De clasismo, la DINA y la cocina: el polémico perfil de Chris Carpentier

Chris Carpentier

Si bien “Masterchef”, espacio de cocina emitido por Canal 13, terminó hace semanas, Chris Carpentier, principal miembro del jurado en el segmento gastronómico, sigue dando que hablar. Esta vez debido a una serie de declaraciones proferidas en una entrevista publicada por la Revista Sábado de El Mercurio.

En ella, el “presentador gastronómico”, como se reconoció a sí mismo en el documento (en lugar de chef), dio a conocer su punto de vista sobre los negativos comentarios a su desempeño en el estelar del excanal católico y desglosó, en una forma por lo demás criticada, las posturas con base a ribetes sociales respecto a la participación de Bárbara Lackington, poniendo en contraste al aspirante Giovanni Cárdenas.

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“yo siento que hoy hay un clasismo invertido (…) Antiguamente, Chile era un país clasista de arriba para abajo. Hoy día hay un clasismo que viene de abajo para arriba. Hay que cagar al rico, al que tiene más. En MasterChef todo el mundo criticó a la rubia de ojos azules, y por otra parte está el otro tipo, que es sacrificado, que vende pizzas en Estación central, ‘ese tiene que ganar porque es pobre'”, expresó en este punto.

“Los pobres entonces hay que darles todo, aunque no tengan la capacidad. Y a los acomodados no hay que darles nada, porque no se lo merecen. Ese círculo en algún momento se vuelve tóxico”, continuó el animador sobre las críticas al programa.

Sobre la misma, el animador no negó que él mismo venía de una familia adinerada. Según declaró, a los 22 años su padre le impulsó con la instalación de un restaurant de lujo y un costoso auto deportivo.

En perspectiva, reflexionó, sin quedar exento de críticas, sobre el costo del estilo de vida que hoy mantiene tras su rentable paso por la televisión, “hoy un chef al que le va muy bien puede ganar tres palos. Imagínate yo con cuatro cabros, tendrían que ir a un colegio semiprivado; tendría que vivir en otra parte. Comiendo al buen tallarín, arrendando”, sostuvo.

Avanzndo la entrevista, Carpentier contó otros detalles sobre su infancia, entre los cuales reconoció haber vivido, durante sus primeros años en el Cuartel Ollagüe, un centro de torturas y detenciones perteneciente a la DINA, y que posteriormente se convirtió en una oficina de la CNI.

Respecto a ello, Carpentier aseguró que su madre, Martha del Villar, era “muy de derecha (…) todo estaba bien”.

Perspectivas sobre Carpentier

En la entrevista, El Mercurios recogió una serie de puntos de vistas sobre el aludido presentador, donde, uniéndose al párrafo anterior, se señala que mientras Carpentier aún era un niño, su madre mantuvo una relación con un marino de la Armada llamado Juan Miranda, sobre el ahora empresario gastronómico, el padrastro señaló que “no le veía dedos para nada”, dijo en relación a la pasión de Carpentier por la cocina.

Además, el citado medio consultó al crítico gastronómico César Fredes, quien aseguró saber “cómo es Carpentier y lo que cocina. Y no cocina. Me parece un chef intrascendente”.

Mientras, sobre él mismo y su carácter, el propio Carpentier señaló que, en su relación con los críticos "Yo hacía hueás para picarlos. Cocinaba con un sombrero de cowboy. Salía, saludaba a todas las mesas y a ellos no. (…) Los dejaba en vergüenza adelante de todos. Me estaba rebelando. Siempre fui un pendejo ninguneado”.

Completando el perfil, el padre del empresario gastronómico señaló que no le gusta que a su hijo lo traten de clasista, ya que “un verano lo hice trabajar como obrero en una fábrica de termoformados. Quería que se diera cuenta de que independiente de que viviera en La Dehesa, la vida es más dura de lo que él creía".

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