El programa La divina comida se ha convertido en uno de los destinos preferidos de famosos para hablar sobre su vida. Por la apuesta de Chilevisión han pasado rostros de todos los canales y personajes del deporte y política, sin embargo, hay una figura de TVN que ha rechazado la invitación en varias oportunidades.
Se trata de Daniel Fuenzalida, conductor de ¡Ahora Caigo! y El Medio Día en la señal pública, y quien recientemente explicó por qué no ha sido parte del exitoso espacio, cuya temporada número 11 está actualmente en emisión.
Fue en el franjeado del mediodía en el que el animador se sinceró, reconociendo que tiene un problema con las comidas, lo que le ha traído algunos problemas y, en el caso de La divina comida, ha sido el motivo para descartar su participación en el estelar.
¿Por qué el conductor de TVN ha rechazado participar en La divina comida?
En el programa de TVN, Daniel Fuenzalida dio a conocer que cuando niño a veces iba a comer donde una tía, quien no le dejaba levantarse de la mesa hasta que comiera todo lo servido. “Lo pasé mal cuando chico (…) soy un gallo muy, pero muy mañoso”, admitió, agregando que recuerda que “mi hermano con mi prima se levantaban a jugar, y yo quedaba con ese plato servido, helado, y no comía”.
«Iba viendo cómo el plato se iba enfriando, iba quedando feo de aspecto, malo, y yo no me podía parar de esa mesa y eso me provocó un rechazo hasta el día de hoy para la comida en general”, sostuvo.
Fue en ese contexto en que el conductor de ¡Ahora Caigo! comentó: “Yo soy muy mañoso para comer. De hecho, a La divina comida me han invitado siete veces, a todas he dicho que ‘no’ porque soy mañoso, no me gusta ir”.
Al respecto, profundizó que no come nada que tenga mantequilla; si alguien lo invita a su casa, duda en ir; e incluso que recientemente logró que una reunión con ejecutivos fuera en un café, y no en la casa de uno de estos para no tener una mala experiencia. “Me provocaba mucho nervio porque por una cuestión de que yo sea mañoso puedo provocar una mala impresión”, sostuvo, indicando que “esa parte no me la he terapeado”.
