Mega ya se encuentra trabajando en la teleserie que sucederá a Amores de mercado en el horario de las 20:00 horas. Se trata de Aguas de oro, una nueva ficción que contará con un elenco de primer nivel, encabezado por el regreso al canal privado y al género dramático del actor Álvaro Rudolphy, acompañado por Paola Volpato, Héctor Noguera, Carolina Arregui y Magdalena Müller, entre otros destacados intérpretes.
En conversación con El Filtrador, Magdalena Müller comenta algunos interesantes detalles sobre su nuevo personaje en la nueva ficción de Mega y revela con quiénes se relacionará dentro de la historia. Además, aborda el desafío que significó despedirse de «Sofía», su recordado rol en la teleserie Juego de ilusiones, al que dio vida durante más de dos años.

¿Cómo será el personaje de Magdalena Müller en Aguas de oro?
Bueno, mi personaje es «Paz Ruiz-Tagle». Yo soy la hija menor del alcalde, interpretado por Álvaro Rudolphy, y mi mamá es Paola Volpato. Y somos dos hermanas, «Paz» y «Laura», interpretada por Josefina Fiebelkorn. Y bueno, «Paz» es muy la hija menor, es la niña mimada, la que siempre le dieron todo. Entonces ella, básicamente, considera que se merece todo lo que tiene y más. Te podría decir que es una mujer que tiene muy claro lo que quiere y no es muy agradable para buscarlo ni pedirlo. Es una persona que tiene problemas con la gente que es distinta a ella. Y en ese sentido, ella es despectiva con ese tipo de personas.
Es como la típica hija consentida de una persona poderosa, ¿no?
Exactamente. En esta familia el alcalde siempre fue una persona de poder. Entonces, bueno, ella es la administradora del hotel Aguas de oro, que es este hotel que existe en el pueblo donde se descubren estos pozones que son los pozones como de la eterna juventud, por eso son de oro. Y ella es la que administra este hotel. Ese puesto a ella le acomoda mucho, porque de alguna manera le fascina ser la jefa, le encanta mandar, le encanta ser la que está a cargo. Y su mamá, que es «Mariana», el personaje de la Pao (Volpato), confía mucho en ella porque las cosas las lleva bien, pero un poco desde la política del miedo. Como que la gente le hace caso no porque la quieran o la respeten tanto, sino porque no quieren tener problemas con ella. Pero igual ella tiene una buena relación con su mamá, una súper buena relación con su abuela, que es la Lore Valenzuela. De hecho, la «Paz» es la regalona de su abuela, porque son muy parecidas de personalidad.
¿Por qué los televidentes deberían ver Aguas de oro?
Yo creo que la gracia de esta teleserie es que es una teleserie súper entretenida, está hecha para pasarlo muy bien. Creo que tiene todos estos factores para ser una comedia familiar. Porque en verdad la historia está entretenida, es rápida, los personajes son divertidos, hay caracteres muy distintos. Entre eso, obviamente, la otra familia que llega, que es la familia de la Carolina Arregui, de alguna manera llega a irrumpir en nuestras vidas porque nosotros somos los poderosos del pueblo. Llega esta familia a despeinarnos, llegan ahí a revolver el gallinero, y eso está súper, súper entretenido. Y obviamente este realismo mágico que nos presenta la historia en verdad está muy bonito. Además, está bonito estéticamente por el pueblo que se está construyendo. Así que, en ese sentido, creo que va a ser una teleserie muy querida por la gente porque los personajes son, a pesar de que hay algunos que son más pesaditos que otros, como el mío, pero aun así se van a reír, se van a reír y lo van a pasar muy bien.
¿Cómo fue pasar a otro personaje luego de haber interpretado a «Sofía» por tanto tiempo en Juego de ilusiones?
Efectivamente, venía de dos años de interpretar a «Sofía», pero en realidad igual ya hace varios meses que la dejé atrás porque yo terminé de grabar ese proyecto a mediados de diciembre del año pasado. Entonces igual «Paz» llega varios meses después. Así que entretenido, obviamente, volver a crear un personaje nuevo, distinto, nuevamente tengo la oportunidad de hacer un personaje distinto, no se parece a la «Sofía» y tampoco se parece a los personajes anteriores que hice. En ese sentido, súper contenta por la oportunidad de siempre de poder probar cosas nuevas y bueno, obviamente, me costó igual despedirme de la «Sofía» porque me acompañó mucho rato. Pero también hubo una parte mía que estaba feliz de dejarla atrás, porque pucha que sufrimos, sufrimos mucho con la «Sofía». Qué manera de llorar, Dios mío, estuve como un año y medio llorando sin parar. Así que sí, una parte mía se alegró también de dejarla ir porque necesitaba algo más liviano. Así que estoy contenta de este nuevo proyecto porque nos vamos a reír mucho más, porque con el otro pucha que me tocó sufrir.