Hoy, por las pantallas de Mega, se transmitirá el penúltimo capítulo de la teleserie Juego de ilusiones y, además, se estrenará su nueva ficción El jardín de Olivia. Uno de los actores que forma parte de ambas producciones es Alonso Quintero, quien en la teleserie protagonizada por Carolina Arregui dio vida a «Alonso Rumián», y en la nueva apuesta interpretará a «Bastián Walker».
En diálogo con El Filtrador, Quintero comparte el desafío de haber interpretado a «Alonso Rumián«, los detalles de su nuevo personaje en El jardín de Olivia y cómo ha sido la evolución de su carrera actoral a lo largo de los años.

¿Cómo fue la experiencia de Alonso Quintero en Juego de ilusiones?
Fue raro. Al principio fue raro porque era un personaje que tenía que ser muy malo, pero parecer muy bueno. Era como medio manipulador y al principio también era muy encantador. Tuvimos que ver hartas referencias. Por suerte llegué al mismo tiempo que Ximena Rivas, quien interpretaba a mi mamá, y entre los dos armamos esto juntos, la relación que iban a tener los personajes, cómo se iban a vincular entre ellos y con el resto, porque eran personajes que vivían a punta de fingir quiénes eran realmente. Con Víctor, el director, lo trabajamos bastante.
Vi hartas referencias, muchas referencias entre American Psycho, La naranja mecánica, Psicosis, todas esas referencias de cultura popular donde hay personajes psicópatas, pero encantadores. Creo que fue un buen resultado. Al principio me daba miedo, decía: «¿cómo hago esto?». A mí, en general, la violencia me cuesta mucho porque soy una persona muy apacible. Entonces, la violencia y la rabia son emociones que me cuestan. Y Alonso tenía golpes de delirio, donde se le iba la olla y trataba de sacarle los dientes a las niñas. Evidentemente, había que ejercer violencia, pero fue un buen resultado.
¿Cómo se siente con la evolución de su carrera actoral a lo largo de los años?
Me siento bien. Es raro porque yo comencé muy joven, siendo un niño, sabiendo poco de actuación. Hay aciertos y desaciertos, hay trabajos míos muy bonitos y otros que encuentro nefastos, pero es parte de la búsqueda de descubrir en cualquier arte. Estuve mucho tiempo fuera porque estudié Sociología; de hecho, estoy terminando mi magíster en Sociología y empecé a actuar de nuevo poco a poco, después de estar 4 o 5 años fuera. Empecé a reincorporarme con estos proyectos y a sentirme cómodo. Ha sido muy bonito, porque el equipo acá es agradable, se hace muy cómodo trabajar, tienes espacio creativo para proponer cosas e ir buscando a los personajes, y eso se agradece. Ha sido muy bonito volver a actuar desde este lugar.
¿Qué personaje recuerda con especial cariño?
Mi personaje favorito es difícil de decir, todos tienen algo encantador, pero el que estoy haciendo ahora lo estoy disfrutando muchísimo. No es porque esté promocionando El jardín de Olivia, pero me gusta porque me permite jugar. El personaje es bueno para la talla, entonces he podido cambiar textos, estar constantemente inventando cosas, y me han dado espacio para hacerlo. Con «Alonso» (Juego de ilusiones) también lo pasé muy bien, pero desde otro espacio, el de hacer cosas que uno no hace en la vida cotidiana, como agarrarse a tiros o una escena donde maté a «Blanca» y era todo cubierto de plástico, como American Psycho, y ella amarrada. Fue entretenido igual. Estos últimos personajes han sido los más entretenidos de hacer porque me he sentido más cómodo yo como intérprete.
¿Qué nos puede adelantar Alonso Quintero sobre su nuevo personaje en El jardín de Olivia?
Tiene bastantes problemas con el padre, quien está interpretado magistralmente por Alejandro Trejo, porque qué bueno que es para hacer bien todo. Es un padre cariñoso, pero autoritario. Tiene secretos oscuros, pero muy oscuros, que «Bastián», mi personaje, va descubriendo de a poco. Entonces, tiene todo este proceso de buscar el reconocimiento del padre para, después, darse cuenta de que no es una persona de la cual quieras reconocimiento. Mi personaje tiene que enfrentarlo constantemente desde la rabia, algo que a mí en general me cuesta, el enojo, la violencia. Este personaje es mucho menos violento que el de Juego de ilusiones, pero igual tengo que recurrir a esos espacios. Trejo se maneja magistralmente en eso, lo que hace que sea más fácil, porque si él entra en una energía alta, inmediatamente tienes que conectar con eso. Les voy a decir que, en esta teleserie, el personaje de Trejo me ha puteado como nunca en la vida lo han hecho, obviamente en personaje. Él es muy amoroso, pero ha estado intenso eso.