Camila Andrade suma un nuevo conflicto en Gran Hermano: dice estar "durmiendo con el enemigo"

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Anoche, en una nueva transmisión de Gran Hermano, Chama y Camila Andrade protagonizaron un fuerte round con Yuyuniz, quien es su compañera de equipo. 

Una discusión que se dio luego de que Diana Bolocco informara que se iba a sancionar a los jugadores del "sótano" por robar comida y hacer uso de instalaciones que tienen prohibidas por haber perdido la competencia de equipos. 

En ese contexto, según las imágenes en vivo, Yuyuniz encaró a Chama y también las emprendió contra Camila Andrade, pues, a su parecer, la estaba mirando extraño. 

Esto llevó a que la participante venezolana hiciera un gesto con las manos, dando a entender que la hija de Eli de Caso estaba loca. 

“Discúlpeme, yo no voy a faltarle el respeto a una persona mayor. Si usted me quiere faltar al respeto, gríteme, tal como la otra vez, pero yo no voy a caer en su juego”, le contestó Chama a Yuyuniz.  

En tanto, tras ser encarada, Camila Andrade indicó que iba a hablar con Yuyuniz cuando estuviera “más tranquila”, respuesta que no le gustó a su compañera. “No estoy intranquila, sino que no me gustan las miraditas. Si me quieres decir algo, me lo dices a la cara, sin caritas, porque eso es un poco hipócrita”, le replicó. 

“Siento que no es el momento. No entiendo el ataque gratuito que acabo de recibir, una cosa impresionante”, expresó la pareja de Francisco Kaminski. Por su parte, Yuyuniz manifestó irónicamente: “Llore… pobrecita”

¿Qué dijo Camila Andrade sobre Yuyuniz Navas? 

Esta mañana, Sebastián Ramírez le comentó a Camila Andrade que “Yuyuniz está durmiendo con el enemigo, ayer se peleó con ustedes”

Ante esto, la exconductora de La Red manifestó: “Yo diría que al revés. Nosotras estamos durmiendo con el enemigo, después de lo de anoche me quedó claro”. Y luego aclaró que “no me interesa”, en un intento por bajarle el perfil a la situación.

Asimismo, opinó que la discusión había sido “innecesaria”, agregando que “yo siento que sobre reaccionó y ese fue el problema (...) No voy a aceptar que nadie nunca me grite”, sostuvo.