Este viernes Carla Ballero será de unas de las invitadas en el nuevo episodio de “Podemos Hablar”. Allí, la modelo sorprenderá con un dramático relato sobre el complejo momento que atravesó y que la tuvo al borde de la muerte.

En conversación con Diana Bolocco, conductora del estelar de Chilevisión, Ballero reconoció que tiene “pocos recuerdos” del día en que fue hospitalizada por la neumonía que derivó en una insuficiencia respiratoria grave. “Sólo recuerdo que no podía respirar y que no tenía fuerza para ni siquiera para caminar”, sostuvo.

“Sentía que mi cuerpo estaba hecho pedazos, no sé cómo pude llegar a estar tan mal físicamente”, reconoció, precisando que “estaba muy delgada”. Según explicó, al llegar a la clínica la ingresaron a Urgencias, donde los médicos decidieron trasladarla a la UCI porque estaba empeorando la situación.

En total, fueron 40 días en los que el rostro televisivo estuvo hospitalizado. “Era insoportable todo lo que me hacían… Yo gritaba al principio, después ya no tenía posibilidad de decir nada. La verdad es súper dramático retratarlo ahora desde mi lugar”, sostuvo.

“En ese momento nunca había sentido tanto miedo en mi vida, miedo a que mis hijos se quedaran sin mí. Porque que te digan que te vamos a intubar tú no tienes noción. Yo decía ‘este es un camino de ida, pero ¿qué sabí tú lo que va a pasar?’ Es algo muy desconocido«, expresó la panelista de «Sígueme» (TV+).

¿Cómo fue la compleja situación que vivió Carla Ballero?

Precisamente no saber qué podía ocurrir fue uno de sus grandes temores. «Esta neumonía y esta bacteria me estaban comiendo el pulmón y me quedaba muy poquito de pulmón, entonces ahí uno entendía la gravedad y tenía mucho miedo de no volver», manifestó.

Respecto a cómo sus hijos vivieron esta situación, Carla Ballero comentó que sabían que su estado de salud era grave, sin embargo, no estuvieron al tanto de que ella estaba al borde de la muerte. Asimismo, indicó que, durante el proceso hospitalario, su familia formó un equipo unido para mantener, de cierta forma, la rutina.

“La casa brillaba y ellos como un equipo súper armado, ocupados de todo (…) o sea, todo funcionaba perfecto, y me dijeron que había sido increíble darse cuenta qué es la mamá, porque los primeros días era todo un caos”, explicó.