Una de las tramas que más ha cautivado a los seguidores de la teleserie nocturna de Mega Los Casablanca es la que protagonizan los hermanos «Samuel» (Francisco Reyes Cristi) y «Martina» (Octavia Bernasconi). Esto, debido a que ambos eran engañados por sus respectivas parejas, quienes mantuvieron una relación en el pasado y se los ocultaron, lo que desató una serie de conflictos a lo largo de la ficción.

No obstante, esta situación llegó a su fin cuando la pareja de «Samuel», «Luciana», se arrepintió y quiso confesar la verdad. Sin embargo, no logró hacerlo al enterarse del embarazo de su cuñada, lo que la llevó a tomar una drástica decisión: pedirle a «Samuel» que se alejaran juntos de su familia.

En conversación con El Filtrador, Francisco Reyes Cristi comenta cómo se siente al regresar a las teleseries después de tanto tiempo, reflexiona sobre su personaje y anticipa cómo cree que reaccionará al descubrir la verdad sobre «Luciana» y su cuñado, además de compartir sus proyecciones sobre el posible desenlace de su historia.

¿Qué significó para Francisco Reyes volver a las teleseries con Los Casablanca?

Fue muy entretenido. «Samuel» es un personaje noble, intuitivo, tiene olfato, pero su intuición se difumina por tener ciertas verdades, creencias y valores instalados por su padre en su infancia. Esas banderas, que lo definen, le impiden ver con claridad ciertas situaciones. También es un personaje con ambición de poder y, por sobre todo, enamorado de su amada. Tiene la carencia de no haber crecido junto a su madre, lo que lo hace aferrarse al amor que encuentra en Luciana y a proteger a su familia, especialmente a su melliza.

Todas estas características lo hacen tener capas, profundidad y matices. La contradicción es parte del ser humano, por ende, es muy entretenido y desafiante de explorar y ejecutar en términos actorales. Porque permite aflorar tus propias contradicciones y tu humanidad. Al ser hijo y heredero de «Raimundo Casablanca«, se imprime en él una estampa en su carácter (de clase, varonil, adulta, de buen gusto) y eso también es enriquecedor de habitar y descubrir desde el cuerpo, la voz y las emociones.

Todo esto se logró gracias a la guía de los directores Pipe Arratia, Pipe Díaz y la pluma de Ximena Carrera. Esos tres pilares nos guiaron y nos permitieron descubrir lugares muy gozosos en términos creativos. Me permitió crecer como actor, no solo desde el lenguaje televisivo, sino también en todos los lenguajes que uno aporta a sus creaciones audiovisuales y teatrales.

Me quedo con una sensación muy grata. No solo por el resultado en pantalla, sino por lo que genera ese resultado. El cuarto pilar, y el más importante, fue el camarín. El equipo fue acogedor; me sentí alegre, tranquilo, en confianza todos los días que grabé. Eso fue gracias a todos, desde quienes hacen el aseo hasta la directora ejecutiva.

¿Cómo cree que reaccionará «Samuel» cuando llegue el momento de enterarse de la verdad sobre «Luciana»? ¿Podrá perdonarla?

Imagino que se va a destruir y espero que se vuelva a armar. Para generar la justicia que el merece y los suyos, espero entiendan que a este punto uno está completamente abanderado y camiseteado con el personaje.

Honestamente no lo sé. «Samuel», al ser un personaje profundo y protector de los suyos, puede tanto no perdonar como perdonar. Todo va a depender de lo que esté en juego. No solo para él, sino que también para los que él quiere proteger.

Respecto a si habrá justicia o un final complicado para su personaje en el final de Los Casablanca, comenta que «lo que puedo adelantar es que no será ni una cosa ni la otra, si no que serán ambas«.