Este martes Daniela Aránguiz reapareció en el programa Sígueme (TV+) tras ausentarse unos días producto de la detención de su expareja, Jorge Valdivia.
En su incorporación al espacio de farándula, manifestó que “me tocó cumplir un rol de madre. Cuando pasan cosas difíciles uno tiene que estar con lo importante, que en este caso son mis hijos y tenía que apoyarlos”.
Enseguida, y ya dirigiéndose a los medios, la panelista se refirió a la información que surgió sobre “que yo había pasado la noche o había ido a visitar a Jorge. Quiero recordarle a todo Chile que yo soy la madre de los hijos de Jorge y lo voy a ser hasta el día que se muera. Y si mis hijos quieren ver a su padre, ahí va a estar su madre para llevarlos y apoyarlos”, sostuvo, notoriamente molesta.
Asimismo, explicó que el lunes su expareja “estuvo con su mamá, con su hermano, súper contenido, creo que debían tener su espacio, que era necesario y esperé un momento para que pudiera compartir solito con sus hijos”.
¿Por qué Daniela Aránguiz se enojó con Chilevisión?
Fiel a su estilo, la también panelista de Only Fama (Mega) lanzó dardos en su regreso a Sígueme al manifestar que “hice una lista negra con toda la gente que se aprovechó de mi vulnerabilidad. Mucha gente habló muchas cosas de mí, cosas en las que no tendría por qué ser nombrada, porque aquí yo no tengo culpas de nada. Me faltaron el respeto, sobre todo Chilevisión”.
“Le rogué al director del programa PH (Podemos Hablar) no mostrar una entrevista que yo misma di, pero al final lo hicieron para provocar morbo y daño. Yo creo que cuando uno está en el suelo no hay que pisotear a la gente, porque esa gente se vuelve a parar”, cuestionó.
En esa línea, Daniela Aránguiz comentó que sabía que en el programa de Chilevisión repetirían una antigua entrevista, catalogando esto como algo “muy malintencionado, porque al final uno es esclavo de sus palabras, pero me meten en un tema que no es farandulero, es un tema legal que está en la justicia, algo grave”.
Además, expresó que el tema está siendo analizado por sus abogados, dado que “creo que ni siquiera firmé el contrato de imagen, así que lo estoy viendo internamente”.
“Siempre he dicho que la tele es sin llorar, y ahora me tocó a mí, pero después siempre toca de vuelta”, dijo, seria, mirando hacia la cámara.