Este domingo, en el cuarto capítulo de la temporada 2023 del programa De tú a tú, Martín Cárcamo visitará al actor Álvaro Rudolphy, no en su casa como es habitual en el segmento, sino en su espacio de trabajo.
“Este lugar es parte de mi cabeza. Hay una parte de mi cerebro que está escondida y está acá”, reconocerá el destacado intérprete.
Ahí, el protagonista de telenovelas como Marrón Glacé, Estúpido Cupido, ¿Dónde está Elisa?, Conde Vrolok y Pituca sin lucas le mostrará a Cárcamo algunos de los tesoros que guarda, entre ellos sus múltiples premios a Mejor Actor, muchos afiches de teatro y su colección de 360 sopletes de gasfitería que fue comprando de a poco en viajes y que colecciona desde hace más de 20 años. Sin embargo, dice que ahora los tiene a la venta.
“Dejé las teleseries y empecé a entrar en una etapa de despojarme. Hay que alivianar la mochila para el viaje. Siento que terminé una etapa en mi vida, un estilo de vida que se cerró o se está cerrando. Empiezas a tener que decidir por qué preocuparte, qué es lo realmente importante, y eso es la familia, la mujer, los hijos, y lo material empieza a estorbarte”, reflexionará en el espacio de los domingos en el prime del 13.
En torno a su vida personal, en que durante décadas era un soltero empedernido, declarará que “yo era como el que llevaba la bandera de lucha de los que no nos íbamos a casar ni a tener hijos. Tenía casi un grupo de seguidores y unos argumentos que ya se me olvidaron, pero eran sólidos. Desarrollé muchas teorías, le di muchas vueltas en la cabeza”, añadiendo que “la visión que tenía de los niños era espantosa, eran como unos monstruos horrendos que te invaden la vida, el espacio, la libertad. Y ahora los amo (...) me veía a los 70 años en una Harley con bota vaquera, chaqueta de cuero, operado entero, con melena por Miami. Y después estaba ahí con la mamadera, limpiando”.
El cambio fue paulatino y se inició cuando conoció a la periodista Catalina Comandari, su esposa desde 2008, a quien vio por primera vez por casualidad en un bar. “La vi pasar y dije ‘aquí voy, otra presa’. Y fue al revés. Insistí y ella se fue con su amiga. Después me la volví a topar en Bellavista y, tras mucho pedírselo, al final me dio el teléfono. La llamé y en esa época yo tenía teléfono privado, y me dijo ‘¿qué w... puede tener teléfono privado?’. Y desde ahí no me ha dado respiro”, confesará Rudolphy, agregando que fue la fuerte forma de ser de ella la que lo atrajo.
“La personalidad de ella me hizo un clic donde dije ‘esta es la persona para armar un cuento en común, una familia’, que es algo que no me había planteado nunca. Es más, cuando la conocí le dije varias veces ‘yo no me voy a casar’, y le tiré las teorías. Después me casé y le dije ‘ya, pero no voy a tener hijos’, y más teorías. Y ya llevo dos. O sea, las teorías valen hongo”, revelará el intérprete en De tú a tú.
“Yo creo que en ese momento me pasó que me aburrí de andar arriba de la pelota, me cansé. Algo me pasó internamente y dije ‘suficiente’. Mis teorías no se sustentaban, eran teorías no más. Estaban muy bien hechas, súper bien redactadas, pero no tenían carne, yo mismo me di cuenta de eso y que no me resonaban. Entonces me empecé a dejar llevar por la vida, a soltar”, confidenciará.