Don Carter revela el dolor más íntimo tras la partida de su esposa Marta

En Podemos Hablar, el comediante abrió su corazón con un relato crudo y desgarrador sobre la madrugada en que perdió a su compañera de vida tras 42 años juntos.

Foto del comediante Juan Alcayaga, conocido por caracterizar a Don Carter

Con la voz quebrada pero sin perder su sello humorístico, Juan Alcayaga —el eterno Don Carter— habló por primera vez en televisión de la partida de su esposa Marta, a quien llamaba Piru. La mujer con la que compartió más de cuatro décadas murió sorpresivamente mientras dormían juntos, un 14 de agosto que él describe como la noche más dura de su vida.

La madrugada que lo cambió todo

El comediante relató en "Podemos Hablar" (esta noche a las 22:30 horas) que aquella madrugada notó a Marta complicada de salud. Entre quejas, respiración dificultosa y frases incoherentes, creyó que se había quedado dormida. Horas después, al intentar darle sus remedios, descubrió la verdad más brutal.

“Le tomo la mano y estaba heladísima, dura… Fue una hueá espantosa, me volví loco, corría por el departamento y no sabía qué hacer. Yo no quería aceptar que estaba muerta”, confesó con crudeza.

El relato desgarra porque muestra la intimidad de un amor que se apagó sin aviso. “Ha sido tremendamente difícil… La primera noche fue atroz porque fue sorpresivo. Yo me había proyectado mucho tiempo más”, añadió el humorista.

Cuarenta y dos años juntos

En el estudio recordó que junto a Piru compartieron casi 42 años de vida, sueños y proyectos. Entre ellos, la idea de adoptar un hijo que nunca pudieron concretar por las trabas legales de la época. “Nos pedían 12 años de matrimonio y una cantidad de plata que yo no ganaba en esos tiempos. Decidimos quedarnos con lo que teníamos”, contó.

Hoy, a 22 días de su partida, la ausencia sigue pesando. “Llego a mi casa y todo está impregnado de la Piru, miro nuestro velador, la cama es más ancha”, confesó.

La función más difícil

En octubre, Don Carter celebrará sus 50 años de carrera en el Teatro Caupolicán. Aunque tenía reservado un palco especial para su familia, ahora lo enfrentará con una silla vacía en la primera fila.

“Ahí me dará la pena, porque va a haber una silla vacía. Pero no importa, porque se lo voy a dedicar a ella”, dijo emocionado, confirmando que el homenaje será para Marta.

El escenario que tantas veces lo vio reír será también el lugar donde, entre lágrimas y aplausos, Don Carter honrará a su compañera de vida.