El round que remeció la mañana: El tenso cruce entre Eduardo Fuentes y ME-O por el rating de TVN

Luego de que el candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami atacara al "Buenos Días a Todos" por sus bajas cifras de sintonía, el conductor del matinal lo interpeló con una defensa implacable, no al canal, sino a su audiencia.

Hay momentos en la televisión en vivo donde el libreto se rompe y la verdad se abre paso. Sucedió la mañana de este lunes en el "Buenos Días a Todos", cuando Eduardo Fuentes, con una calma implacable, le recordó a un candidato presidencial para quién se hace televisión. Su defensa no fue para el canal ni para el rating; fue para las más de 100 mil personas que estaban al otro lado de la pantalla.

El origen de la tormenta

Todo comenzó con una pregunta de Monserrat Álvarez, directa y afilada como un estilete. Le recordó a Marco Enríquez-Ominami su historial electoral, su sexto lugar en las últimas dos presidenciales, y le preguntó si le ofendía el apodo de "candidato eterno".

La respuesta de ME-O no fue una defensa, fue un misil directo a la línea de flotación del matinal. En lugar de responder por sí mismo, apuntó a la herida abierta del programa: sus cifras. “Es como que yo le dijera a usted que le va pésimo con su matinal, y usted sigue aquí, usted persevera", disparó, comparando su propia insistencia política con la lucha diaria del programa por la sintonía.

El aire en el estudio se cortó. Álvarez intentó seguir, pero el candidato insistió en su analogía. "Ustedes como matinal, que no les va bien, lo hacen muy bien, no sé por qué les va mal, pero insisten. Y yo creo lo mismo", sentenció, dejando instalada una tensión casi palpable.

La defensa de un principio

Y cuando la áspera entrevista parecía terminar en un empate de dardos, Eduardo Fuentes tomó la palabra. No para entrar en la pelea, sino para elevar el debate. Con una serenidad que contrastaba con la tormenta previa, se dirigió no al candidato, sino a su propia convicción.

"En televisión, a diferencia de una carrera, donde gana el que llega primero (...) creo que también tenemos que tener un respeto por la gente que nos ve", afirmó, cambiando el foco del poder al servicio.

Fuentes le recordó a todos los presentes, y al propio ME-O, que detrás de las frías cifras de rating hay personas. "Me parece que esas 100 mil personas merecen un respeto y yo soy bastante contrario a que siempre gana el que llega primero”, cerró.

El conductor no solo defendió a su programa; defendió una idea. Una que dice que el valor de la televisión pública no se mide solo en los puntos que marcan las planillas, sino en la conexión que establece con su gente. Una lección que resonó con fuerza mucho después de que las cámaras se apagaran.