Por Daniel Fuenzalida Ferdinand
Las crisis económicas, y de cualquier índole, suelen convertirse en grandes oportunidades y la pantalla chilena ha encontrado su catalizador en la transmisión de festivales regionales. Especialmente en el verano, época en que la inversión publicitaria disminuye por el hecho que se ve menos televisión.
Esta moda, rentable y atractiva, permite el traspaso de grandes capitales de los municipios a la estación transmisora y da un importante impulso a la alicaída industria estival.
Así lo hizo durante dos años La Red, por ejemplo, que ???arrendó??? su pantalla en jornadas prime para el Festival de Tierra Amarilla. Por diversas razones el certamen dejó de realizarse y el canal privado perdió una importante fuente de ingresos.
Festival del Huaso de Olmué
Uno de los festivales más tradicionales de nuestro país se realiza en Olmué y en su más reciente edición mostró una estructura más cercana a un programa de televisión dejando de lado el sentido histórico del certamen. Algunas de las críticas que se le hicieron tienen que ver con decidir abrir cada jornada con humor. En cuanto a la conducción, el oficio y talento de Caprile y Doggenweiler suplió la notoria falta de fiato de una dupla que tiene muchas horas de vuelo pero escaso trabajo en conjunto.
También vimos como el renovado Olmué perdió el carácter criollo de la escenografía y sólo en la memoria quedarán las históricas jornadas encabezadas por Jorge Rencoret que con sombrero de huaso era el amo y señor de un El Patagual que olía a campo.
Festival de Dichato
Dichato volvió en gloria y majestad a la TV después que Mega cerrara su contrato con el municipio penquista. Y lo hizo junto a Canal 13, que le dio el sello de calidad de la estación al evento. Sí faltó una orquesta en vivo y su ausencia se notó. Por momentos fue imposible llenar el espacio clave que ocupan estos músicos en un festival.
En la animación, Pancho Saavedra y Diana Bolocco aprobaron su cometido con esfuerzo. Las muletillas del animador de ???Lugares que hablan??? no pasaron inadvertidas, la espontaneidad y picardía de Diana no tuvo el mismo efecto que en un set de televisión pero no alcanzó para cumplir el objetivo.
El Festival de la Independencia de Talca
El Festival de la Independencia de Talca marcó lo mejor del verano en esta materia, por lo menos hasta el momento. Desde la sobria y lúdica presentación de María Luisa Godoy y Cristián Sánchez, hasta la cuidada parrilla artística. Incluir solo tres artistas por noche ordenó el formato y permitió que las más de 140 mil personas que llegaron cada noche al show quedaran más que satisfechas.
Tareas pendientes en Viña del Mar
Hace rato que le salió gente al camino a Viña del Mar. El ???Festival de Festivales???, hasta el momento, está en deuda. La industria local está demostrando con creces la calidad de la factura nacional con transmisiones en vivo: imponentes puestas en escena, parrillas de figuras internacionales y humor de primer nivel. La vara está alta.
Tenemos los elementos para jugar en las grandes ligas y ojalá en el próximo verano tengamos al aire muchos más festivales. Así se mueve la oferta, crece la demanda y la economía televisiva saca cuentas alegres.