En los últimos años, Twitch se ha consolidado como la principal plataforma de streaming en vivo en todo el mundo, atrayendo a las personalidades más destacadas de internet.
Sin embargo, un nuevo competidor ha surgido con fuerza para ganarse el favor de los usuarios y los creadores de contenido: Kick. Fundada a principios de este año, esta compañía australiana, vinculada a Stake.com, un sitio de apuestas en línea, ha comenzado a hacerse notar en la industria debido a las generosas ofertas que ha estado haciendo a los realizadores de contenido para unirse a su plataforma.
Uno de los anuncios más sorprendentes se dio hace unos días cuando el CEO de Kick, Ed Craven, confirmó que ofrecerían 100 contratos de un millón de dólares (más de 800 millones aproximadamente) a streamers medianos, y mil contratos por 100 mil dólares (alrededor de 80 millones aproximadamente) a los más pequeños.
Además de estas atractivas cifras, Kick también destaca por su política de reparto de ingresos, ya que el 95% de las ganancias generadas van directamente al creador de contenido, mientras que el 5% restante se queda en la plataforma. Comparativamente, Twitch había reducido su repartición de ingresos en septiembre de 2022, quedando en un 50% para cada parte, pero tras el movimiento de Kick, han vuelto a ajustar su modelo, dejando un 70% para los creadores y un 30% para la plataforma.
Los que han llegado a Kick
En cuanto a los creadores de contenido que ya han decidido unirse a Kick, se encuentran destacadas figuras como Amouranth y Destiny de Estados Unidos, así como xQc de Canadá, este último firmando un contrato por 100 millones de dólares con una duración de dos años.
El surgimiento de Kick y su capacidad para atraer a influyentes streamers ha generado un importante revuelo en la industria, y será interesante observar cómo evoluciona esta competencia en el mundo del streaming en vivo.