Una historia de dolor, dudas y acusaciones cruzadas. El cantante Juan David Rodríguez enfrenta una orden de arresto nocturno por no pago de pensión alimenticia. En una cruda entrevista, el ex "Rojo" se defendió, pero reveló la profunda herida que marca el conflicto: sigue dudando de ser el padre de su hijo, a pesar de que un examen de ADN ya confirmó su paternidad.
Una duda que ignora a la ciencia
En conversación con el programa "Only Fama" (Mega), Rodríguez abordó la demanda de su expareja, Yamila Rosales, quien lo acusa de abandono emocional y monetario. El artista aseguró que esta situación le "destruyó la vida" y que se sintió humillado. Insistió en que, desde el nacimiento del niño, su intuición le decía que no era suyo. "Tengo nueve sobrinos, cuatro hermanas (...) la sangre es sangre, los rasgos son rasgos y el corazón late", afirmó.
El conflicto escaló cuando él solicitó una prueba de ADN. Yamila Rosales recordó en el programa el doloroso momento. "Le metieron un cotonito (por la nariz). Es superhumillante, superdoloroso", relató sobre el procedimiento realizado al bebé con solo cuatro días de vida.
Pese al trauma, el resultado científico fue categórico: el examen de ADN arrojó positivo. A pesar de la evidencia, el cantante insiste en su incredulidad, aunque cumplió con el trámite de reconocer legalmente al niño en el Registro Civil.
La deuda y una justificación que genera polémica
La disputa legal se reactivó por una deuda de $831.020 por los últimos cuatro meses de pensión alimenticia, lo que generó la orden de arresto. En el programa, Rodríguez aseguró que ya se consiguió el dinero y pagó el monto adeudado.
Sin embargo, al justificar su distancia emocional, el cantante lanzó la frase más controvertida de la noche. Cuestionó al niño de tres años por no demostrar su paternidad. "Yo no voy a sacrificar el tiempo de mi hija por un niño al que ni siquiera tiene la voluntad de hacerse un ADN para demostrarme que es mi hijo", sentenció.
La defensa de Juan David Rodríguez lo sumerge así en una profunda contradicción. Mientras busca resolver su situación legal, abre una herida emocional aún más grande al cuestionar públicamente un lazo filial ya confirmado por la ciencia, dejando un complejo debate sobre la responsabilidad afectiva y el peso de una duda que se niega a morir.
