Al medio día del pasado viernes, Carolina Schmidt, ministra del Medio Ambiente, anunció el cierre parcial de las faenas de Enap en Quintero, declarando que "se detectó que en algunas actividades de la empresa, han producido emanaciones de gases tóxicos (...) por lo tanto hemos determinado el cese inmediato de todas las actividades de Enap que pudieran perjudicar la salud de la población" .
Quince días es el plazo estipulado que dio la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) a la planta para cumplir las medidas preventivas de clausurar las instalaciones, pero la industria se descarta de toda responsabilidad y prepara medidas de ofensiva, alegando que "Enap no es responsable de estos lamentables sucesos".
Por otra parte, la industria anunció, mediante una declaración pública, la contratación de una empresa auditora extranjera independiente, la cual es autorizada por el SMA como entidad técnica de fiscalización. "En caso que las investigaciones confirmen que Enap no tiene responsabilidad en los hechos, tomaremos todas las acciones que nos permitan reparar el grave daño reputacional que significa para nuestros colaboradores", declaró la compañía.
Los pobladores de Quintero se han volcado a las calles con pancartas alusivas para encontrar a los culpables de toda esta negligencia, la cual ha intoxicado a casi 200 personas de las localidades de Quintero y Puhuncaví, tras las emanaciones de gases tóxicos.