Mentiras Verdaderas: Eduardo Fuentes perdió la paciencia con invitados

Eduardo Fuentes Mentiras Verdaderas

Anoche, el programa Mentiras Verdaderas de La Red fue escenario de un tenso momento protagonizado por el diputado DC Gabriel Silber y el exfiscal nacional Sabas Chahuán a raíz del anuario escolar de Daniel Jadue, en el que se le describía como "un antisemita".

En el texto, además, se puede leer que sus compañeros de curso ven la figura del candidato presidencial -miembro de la comunidad palestina en Chile- la posibilidad de "limpiar la ciudad de judíos" y sugieren como regalo práctico "un judío para hacerle puntería", líneas que han generado toda una polémica en las últimas horas.

Los invitados del espacio se enfrascaron en una fuerte discusión luego que el exfiscal nacional apuntara que la polémica en la que se ha visto envuelto el abanderado comunista podría tratarse de una "operación política" ya que está liderando las encuestas. El diputado, por su parte, asegura que los duros epítetos endozados en el auario son "indefendibles".

Sin embargo, los ánimos se caldearon cuando Chahuan le pidió a Silber que explicara "por qué votó en contra de un acuerdo por una detención de una niña de 15 años por tribunales militares". En ese momento ambos se pusieron a hablar a la vez, lo que desencadenó que el conductor Eduardo Fuentes interviniera para que se pudiera dialogar.

"Por favor, le voy a pedir a los dos, hablemos de a uno", dijo el rostro de La Red que incluso debió silbar para ser escuchado. "Aguántense un poquito porque no nos estamos escuchando ninguno. Vamos a tener que hacer una pausa porque si no se comportan...", sostuvo antes que el programa se fuera a un corte comercial.

Al regreso, Fuentes señaló que efectivamente continuaron hablando durante comerciales. "Estamos hablando a propósito de los dicho que están en ese anuario de Daniel Jadue, él ha dicho no son de él, lo describe un inspector. También dijo en un video que no comparte esos dichos pero bueno, ahí está la discusión", comentó, para luego explicarle a los invitados que le daría dos minutos y medio por cronómetro para que hagan sus descargos finales. "Uno a la vez, esto implica que habla uno primero y luego el otro", aclaró.

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