Ignacia Michelson nunca ha tenido reparos en hablar abiertamente sobre los retoques estéticos que se ha realizado, incluso ha colaborado en varias ocasiones con distintos centros de belleza. Sin embargo, no todas sus experiencias han sido positivas. En la edición de anoche de Mundos Opuestos (Canal 13), recordó una verdadera pesadilla que vivió tras someterse a uno de estos procedimientos y advirtió que, incluso hoy, esa intervención podría derivar en un grave problema de salud.
Durante una conversación con sus compañeros, Michelson relató una compleja experiencia que vivió con una operación estética que no salió como esperaba. Según explicó, una mujer en quien confió la derivó a una supuesta clínica que funcionaba en una casa particular. Una vez allí, le inyectaron una sustancia que le aseguraron era ácido hialurónico. No obstante, con el tiempo descubrió que en realidad se trataba de metacril, un biopolímero altamente peligroso que podría traerle serias consecuencias para su salud.

¿Ignacia Michelson contó en Mundos Opuestos que aún podría tener problemas de salud grave por su fallida cirugía?
«Si me tocas, tengo pelotas acá (bajo la nalga). Lo hice de pendeja, de h… Fue sin consentimiento, me mintieron, me estafaron. Estoy en proceso de demanda con muchas otras, porque le mintieron a muchas chicas. Incluso una de ellas murió, la mataron porque le metieron polímero y le dio un paro cardíaco, y en vez de llevarla a la clínica para que no los cacharan, se les murió», contó a sus compañeros.
Además de revelar que está en proceso de demanda con otras afectadas, ka chica reality explicó que revertir los efectos de este procedimiento implicaría poner en riesgo la salud de sus órganos, lo que hace que la situación sea aún más delicada y compleja.
«Yo era muy flaca pero con muchas pechugas y el trasero para adentro, entonces me molestaban, y quería tener más cu... Yo les había pedido 500 cc y menos mal me pusieron sólo 250. Cuando recién me lo puse no se notaba tanto, pero después me lo rellené con grasa y la grasa se metió con el biopolímero, por eso se me ve tanto», explicó a sus compañeros.
«Para sacármelo me tienen que rajar la pierna, abrirme toda, y me sacan el músculo con toda la cuestión. Deja una cicatriz horrible, y aún así no sale todo. Lo peor es que hay riesgo de que lo que quede migre a otras partes. A mí me empezó a migrar a la pierna, pero no ha llegado al riñón menos mal», sostuvo.