La fama lo abrazó de golpe en 2003, cuando llegó a la final de "Protagonistas de la Fama" y cumplió su sueño de actuar en teleseries. Pero, lejos de los focos, Óscar Garcés libraba una batalla más silenciosa: aceptar el síndrome de Asperger y enfrentar una depresión que lo acompaña por años. Hoy, a 22 años de ese debut, el actor ha encontrado en el teatro y en su familia un refugio para seguir adelante.
La celebridad relámpago y el paso a la actuación
En 2003, al ser finalista de “Protagonistas de la Fama”, Garcés logró cumplir el gran sueño de su vida: actuar en una teleserie. Aunque no ganó el reality —ese honor fue para Álvaro Ballero— este le cedió su premio: participar en “Machos”, un hito dramático del Canal 13.
Desde ahí, protagonizó miniseries como “Don Floro” (2004) y “Porky te amo” (2006), antes de buscar formación actoral en México con apoyo del actor Roberto Vander. Volvió a Chile para continuar su carrera en TV y teatro, participando en los realities “Pelotón” (TVN) en 2009, y “¿Volverías con tu ex?” (Mega) en 2016, y su última teleserie fue “La torre de Mabel” (2022), interpretando a Pedro en ocho episodios.
La batalla que no se ve: salud mental y adaptación
Desde 2022, Garcés ha hablado con valentía de su condición: lleva casi una década lidiando con depresión y fue diagnosticado con síndrome de Asperger. En sus redes sociales ha compartido que lo más importante fue aceptar su situación, buscar terapia y encontrar refugio en su familia, pasos que lo han ayudado a avanzar. “Hay días buenos y otros que no tanto”, reflexionó.
Volver a escena con otro enfoque
Hoy, aunque mantiene un perfil más bajo, Garcés sigue vinculado al mundo artístico, especialmente al teatro, y recientemente aceptó participar en el programa “Ahora Caigo” (TVN). Además, comparte su vida diaria en Instagram, donde también busca sensibilizar sobre su situación de salud —con honestidad y sin dramatismos.