Pablo Macaya cambia los sets por la paternidad y se reinventa en Nueva York

El actor dejó atrás el vértigo de la televisión para dedicarse a la crianza junto a su esposa, mientras explora nuevos proyectos creativos con amigos.

Lejos de las luces de las teleseries y del ritmo de los sets de televisión, Pablo Macaya lleva seis años viviendo en Nueva York con su esposa, la actriz María José Contreras, y sus dos hijos. En conversación con Las Últimas Noticias (LUN), el actor confesó que hoy su prioridad está en la familia y no en el trabajo: “Estoy a cargo de la casa”.

Una vida tranquila en la Gran Manzana

Su rutina diaria, explicó, comienza antes de las entrevistas: “Hablemos a las 17 de Chile, las 16 de acá, porque antes ando buscando a los niños en el colegio”. Esa frase resume lo que es su presente: un hombre dedicado a llevar a sus hijos a clases, cuidar la casa y disfrutar de una vida sin mayores sobresaltos. “Mi vida en Nueva York es súper tranquila. Me dedico a estar con mis hijos, cuidarlos, llevarlos al colegio. Estoy a cargo de la casa”, contó al citado medio.

Macaya, que en los últimos años ha viajado solo por proyectos puntuales como “42 días en la oscuridad” o “Baby Bandito”, reconoce que no tiene interés en iniciar una carrera actoral en Estados Unidos. “Trato de hacer lo posible por no trabajar y tener tiempo libre, estoy como Don Ramón… me vine por un cambio familiar, de vida, y estoy enfocado en mis hijos y en mi casa”, admitió con humor.

Su esposa, en cambio, sí mantiene un vínculo activo con las artes escénicas: hace clases de teatro en la Universidad de Columbia. Y mientras ella trabaja, él disfruta de andar en bicicleta bajo la nieve o el calor extremo, aunque admite que en el último invierno “hubo un momento en que no quería más guerra”.

Nuevos proyectos con viejos amigos

Más allá de la vida doméstica, el actor también se dio espacio para explorar otro lenguaje. Junto a sus amigos Hernán Lacalle y Paolo Conte abrió hace dos meses el canal de YouTube “La chupalla channel”, donde recorren lugares y comparten experiencias. “Es como una pyme, es como abrir un kiosco donde hay millones de kioscos. Vas encontrando tu mirada de las cosas y para mí es clave estar con mis amigos haciéndolo”, explicó a LUN.

Con 40 años de amistad a cuestas, el trío buscó alejarse de lo solemne y optar por un registro más lúdico: “No queríamos hacer algo sentados en una mesa con micrófonos. Dijimos: salgamos a buscar cosas que nos entretengan y ese fue el punto de partida”. Sin grandes pretensiones, reconocen que el canal va “mutando y creciendo” mientras avanzan, con la meta de descubrir circuitos creativos y mostrar un costado positivo de la vida.

El futuro en Chile, en tanto, sigue siendo una pregunta abierta. Pablo Macaya no descarta volver cuando sus hijos terminen la educación básica, pero por ahora la vida está instalada en Manhattan, entre la crianza, las labores domésticas y las escapadas para grabar con sus amigos.