La imagen de Pía Guzmán, coanimadora de "Rojo, Fama Contrafama" (TVN), hoy aparece casi como un eco distante. Alejada del foco mediático, encontró en la pintura y en la maternidad su nueva forma de brillar. Esta es la historia íntima de una figura que decidió dejar la pantalla para reconectarse consigo misma.
Atrapada en los focos
En su reaparición televisiva más reciente en "Todo va a estar bien" (Vía X), la periodista confesó lo difícil que fue transitar el set del popular programa juvenil: “Era un equipo de puros hombres… donde yo, en mi caso, era quien acompañaba al Rafa… igual era complicado”, declaró, según Página 7.
Ese ambiente y la presión la llevaron a tomar distancia: “Debería no haber aguantado tanto… Cuando paré el carro me di cuenta de que no fui tan escuchada… y justo me llamaron de Canal 13 y me fui”, compartió.
Página 7
De las cámaras al lienzo y al hogar
Hoy, la exfigura televisiva ha hecho de la pintura su santuario creativo. En su Instagram artístico (@piaguzmanv), exhibe retratos y escenas cotidianas inspiradas en su nueva rutina.
Al mismo tiempo, equilibra la vida como madre de tres hijos pequeños. Según el citado medio, Guzmán ya no forma parte del circuito público, pero encontró sentido en lo íntimo: el arte, su emprendimiento y su familia.
Una mirada sin vuelta atrás
Pese a sus complicadas vivencias en televisión, se tomó el tiempo de reflexionar con gratitud: “Tengo buenos recuerdos, fue una tremenda experiencia… pero era un desafío”, comentó.