Luego de la gran final de “El Clan”, los sábados de Canal 13, en horario prime, serán de “Siempre hay un chileno”. El querido programa cultural conducido por Marcelo Kiwi regresará a las pantallas con su séptima temporada.
El nuevo ciclo se estrenará este 09 de agosto, después de “Teletrece Central”, y traerá consigo nuevos destinos e historias de compatriotas que, por diversos motivos, armaron sus maletas y dejaron el país. Con esto, la señal privada competirá con espacios como “Only Friends” (Mega); “La divina comida” (Chilevisión) y “José de Egipto” (TVN).
En la antesala a este debut, Marcelo Kiwi, creador y realizador de “Siempre hay un chileno”, adelantó que esta temporada es “intensa” y estará llena de sorpresas. “Viajamos mucho, conocimos a chilenos en rincones inesperados... y en cada destino encontramos historias que valía la pena contar", confesó.
¿Cómo será la nueva temporada? Las principales historias de "Siempre hay un chileno"
Al igual que en las temporadas anteriores, el programa estará lleno de anécdotas que vivió Marcelo Kiwi durante las grabaciones. El comunicador reveló que hubo momentos de tensión y otras hilarantes situaciones.
Por ejemplo, en Camboya (Sudeste Asiático), comentó que “estaba casi sin voz, con un resfrío feroz, y aun así terminé peleando con Jun Khmer, un local que practicaba arte marcial. Y como si eso fuera poco, me hicieron comerme una tarántula disecada, entera. Nunca en mi vida pensé que algo así iba a pasar frente a cámara”.
En tanto, en Zúrich, Suiza tuvieron una gran entrevista porque una chilena que trabaja en la FIFA hizo posible que visitaran la casa de Joseph Blatter, y el expresidente incluso reveló que “todavía recuerda” a un amor chileno que dejó atrás en un Mundial juvenil.

Según relata Marcelo Kiwi, en Puerto Rico conoció a una chilena fanática de Felipe Camiroaga que tenía un verdadero santuario en su casa; mientras que en su visita a Japón hizo un “viaje al pasado” con kimonos carísimos y fueron a un pueblo que se mantiene como hace 500 años. “Y en Fukushima, recorrimos en auto la zona del desastre nuclear. No se puede abrir la ventana ni detenerse. Casas abandonadas, intactas, como si el tiempo se hubiese detenido. Definitivamente Japón tiene una energía única”, reveló.
Asimismo, en República Dominicana aprendió a bailar bachata; en Panamá una chilena les mostró cómo se hace televisión en ese país; en Río de Janeiro, Brasil, grabaron en favelas; y en Bruselas, Bélgicas, sufrieron con una ola de calor histórica, con más de 35 grados.