En el impredecible teatro de las teleseries, los villanos son el motor que mantiene encendida la tensión de la historia. En no pocas ocasiones logran eclipsar al héroe, atrapando al público con sus ambiciones, intrigas y deseos oscuros. Durante la época en que el área dramática de TVN vivía su máximo esplendor, sus producciones nocturnas marcaron un precedente, presentando personajes profundamente despiadados que dejaron una huella imborrable.
En un ejercicio de revivir el pasado, El Filtrador presenta la lista definitiva de los "malos" que cautivaron a los televidentes con escenas que hasta el día de hoy se mantienen viva en la retina de los más nostálgicos del canal de Estado.

"El Señor de La Querencia" (TVN) -José Luis Echeñique
El impacto de "El Señor de La Querencia" (TVN) fue tan grande que, en 2024, Mega apostó por un remake, reviviendo al temido villano "José Luis Echeñique", esta vez en la piel de Gabriel Cañas. Sin embargo, la interpretación de Julio Milostich sigue siendo la que permanece grabada en la memoria colectiva de los chilenos.
Milostich dio vida al despiadado amo y señor de "La Querencia", un fundo que gobernaba con puño de hierro. Su mundo comienza a tambalear cuando aparece "Manuel Pradenas" (Álvaro Rudolphy), un obrero calichero que resulta ser su hermano y que, además, conquista el corazón de "Leonor" (Sigrid Alegría), la mujer que Echeñique ama obsesivamente.
Cegado por su sed de poder y venganza, el villano recurre a la violencia más extrema: violaciones, asesinatos y un espiral de crueldad que termina por destruir a su propia familia, a quienes acorrala y dispara sin piedad, salvo a "Leonor", que logra ser rescatada por "Manuel".
Cuando parecía que el fin lo alcanzaba, Echeñique sorprendió una vez más: decidió quitarse la vida frente a todos, sellando así uno de los desenlaces más impactantes de las teleseries chilenas.
Alguien te mira (2007)- Julián García
En el año 2007, la teleserie "Alguien te Mira" se convirtió en un verdadero fenómeno de la televisión chilena. Cada noche, miles de espectadores quedaban atrapados por la trama del temido “Cazador”, un asesino en serie que elegía a mujeres de clase alta para arrebatarles el corazón.
La gran sorpresa llegó cuando, en pleno desarrollo de la teleserie, se descubrió que detrás de esos crímenes estaba el respetado médico "Julián García", encarnado magistralmente por Álvaro Rudolphy. Aun con su identidad al descubierto, la maldad del personaje mantuvo a la audiencia expectante hasta el último capítulo.
El desenlace fue de alto impacto: "Julián García" le confiesa a "Piedad" (Sigrid Alegría) la autoría de los asesinatos y, en un acto desesperado, intenta quemar vivo a "Rodrigo Quintana" (Francisco Melo). Pero el giro final dejó a todos sin aliento: las llamas lo consumen a él, sellando así uno de los cierres más recordados de las teleseries nocturnas.

"El laberinto de Alicia" (2011)- Carlitos
En 2011, TVN sorprendió con "El Laberinto de Alicia", una teleserie nocturna que se adentró en uno de los temas más oscuros y controvertidos de la televisión chilena: la pedofilia. La historia giraba en torno a "Alicia" (Sigrid Alegría), una psicóloga infantil que inicia una desesperada investigación para dar con el responsable que, bajo el seudónimo de “Carlitos” (Marcelo Alonso), utilizaba salas de chat para engañar a niños de un prestigioso colegio del barrio alto y atraerlos con mentiras para concretar encuentros.
La trama mantuvo en suspenso a los televidentes con sospechas sobre directores, profesores e incluso padres de alumnos. Hasta que la verdad salió a la luz: el culpable era "Esteban Donoso", interpretado por Marcelo Alonso, pareja de "Alicia". Su propio pasado lo marcaba, ya que había sido víctima de abusos en la infancia a manos del dueño del colegio, lo que lo llevó a repetir los patrones del siniestro psicólogo "Vladimir Navarenko" (Mauricio Pesutic).
El cierre fue brutal y quedó grabado en la memoria de la audiencia: "Sofía" (Amparo Noguera), hermana de Donoso, descubre que este había abusado de su hija. En un acto desesperado, decide hacer justicia por mano propia: lo castra y lo deja desangrarse, entregando uno de los finales más impactantes y polémicos de la ficción nacional.

"Vuelve Temprano" (2014)- Santiago Goycolea
La misteriosa desaparición y posterior muerte de "Ignacio Goycolea" (Matías Assler) mantuvo a la audiencia en vilo durante meses. Cada capítulo dejaba nuevas pistas y teorías que alimentaban el enigma sobre quién estaba detrás del crimen.
La verdad resultó aún más impactante de lo imaginado: el propio padre del joven, "Santiago" (Pancho Reyes), era el responsable. Todo salió a la luz cuando se reveló que "Ignacio" había descubierto el secreto más oscuro de su familia: su padre encabezaba una red de explotación sexual.
El personaje de Reyes terminó confesando sus atrocidades a "Clara" (Amparo Noguera), su esposa, sin saber que la policía los tenía bajo vigilancia. Esa revelación precipitó su captura y permitió que la periodista finalmente rescatara a su nieta, secuestrada por el mismo Goycolea. Un desenlace que dejó claro por qué esta historia se convirtió en una de las más comentadas de la televisión nocturna.

"¿Dónde está Elisa?" (TVN)- Consuelo Domínguez
La desaparición de "Elisa Domínguez" (Monserrat Prats) en "¿Dónde está Elisa?" (TVN) se transformó en uno de los enigmas más comentados de la pantalla chica. Cada capítulo levantaba nuevas sospechas, al punto de convertir a casi todos los personajes en potenciales culpables ante los ojos del público.
La gran revelación llegó a mitad de la trama: el secuestrador era su propio tío, "Bruno Alberti" (Pancho Reyes), con quien la joven mantenía una relación secreta. Pero el golpe más fuerte vendría después, cuando "Consuelo Domínguez" (Paola Volpato), para evitar que los oscuros secretos de su marido salieran a la luz, decide asesinar a su sobrina.
El cierre fue tan intenso como inesperado: "Consuelo" intenta escapar de la justicia, pero la policía logra atraparla, entregando así uno de los finales más comentados e impactantes de las teleseries nocturnas chilenas.