A pocos días de su final, el reality Gran Hermano (Chilevisión) ha dejado momentos memorables y otros para el olvido. Para bien o para mal, el formato fue ampliamente comentado en círculos y redes sociales.
Sin embargo, una de las incógnitas es quién es la misteriosa voz que da órdenes a los jugadores del programa. En un principio, los internautas afirmaron que se trataba del locutor argentino Rodolfo Valss, quien estaba presente en la versión trasandina del espacio, no obstante, él fue enfático en desmentir dicha información.
El hombre de darle vida al Gran Hermano chileno es Sergio "Chicho" Soldati, locutor argentino, director de la Radio Horizonte de Buenos Aires. En febrero fue encontrado de casualidad por un productor que buscaba darle un toque neutro a la locución del enigmático personaje.
"En el 2007 hicimos en Telefe tres versiones del reality y llegamos a ser tres con turnos de ocho horas. Después éramos dos (con Rodolfo Valss) y después siguió Rodo solo", dijo Soldati en entrevista con Las Últimas Noticias, agregando que la confusión con su colega se debe a que tienen un tono de voz similar.
Sobre su labor en el programa, "Chicho" expresó que "me gustó mucho el desafío de hacer un personaje en un tono neutro y mantenerlo en vivo, porque en una grabación es mucho más sencillo".
¿Cómo trabaja Gran Hermano?
Sobre el modo de trabajo de Gran Hermano, Sergio Soldatti explica al matutino que "hay una cabina donde estoy yo y tengo monitores para ver todas las cámaras y la posibilidad de escuchar los micrófonos de cada participante, individualmente. Tengo un control para comunicarme con el director y dos micrófonos, uno para dar órdenes a toda la casa y otro exclusivo para hablarle al confesionario".
En cuanto al tiempo en que estaba en la casa-estudio, el locutor explica que era variable, pues podía estar como mínimo ocho horas diarias, pero afirma que "he llegado a estar 16".
"En ocasiones entraba en la mañana, me iba y volvía, otras veces entraba al mediodía y me quedaba hasta la madrugada. Con la diferencia horaria (hasta septiembre) era más complejo porque yo llegaba a la casa a las 4 de la madrugada", dijo.
Sin embargo, cuando un participante lo requería y él no se encontraba disponible, Soldati afirma "que lo atendía un productor con la voz distorsionada. Si eso era atractivo como contenido, después yo hacía un doblaje (del productor)". Además, agrega que se dejaban grabadas órdenes.
¿Cómo era la relación con los jugadores?
El dialecto de los chilenos siempre es complicado para los extranjeros y no fue la excepción en Gran Hermano, pues Sergio Soldati tuvo problemas para entender que dicen algunos participantes.
Uno de ellos fue Hans Valdés. "Chicho" explica que "habla poco y muy bajito, entonces tenía que subir el retorno. No articula y sumado a los modismos, era mucho más difícil".
Similar situación vivió con Jennifer "Pincoya" Galvarini: "Al comienzo, si hablaba aceleradamente había cosas que no comprendía, entonces le dije a los chicos (productores) de Chile: 'Por favor, cuando esta señora esté en el confesionario y estemos en vivo, uno de ustedes al lado mío para traducirme, porque no sé lo que voy a contestar".
"Pero es maravilloso como uno se acostumbra porque al día de hoy, si me habla rápido de cualquier forma le entiendo", destacó.
Profundizando en su relación con la mujer oriunda de Chiloé, Soldati afirma que ha tenido una relación muy especial con ella, pues expresa que "siempre me ha peleado, todo el reality… he tenido que cerrar el micrófono y respirar o contar hasta 10 algunas veces, pero es un personaje muy rico desde el punto de vista del contenido, nos dio momentos muy divertidos".