La columna que despedaza a Julio César Rodríguez, Neme y Alejandra Matus

Bajo el título "Periodismo, culto y munición", el destacado investigador del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), Pablo Ortúzar, realizó una durísima crítica al ejercicio del periodismo que hoy inunda los programas de televisión, encarnando su análisis en tres reconocidos periodistas de la "pantalla chica": Julio César Rodríguez (CHV), José Antonio Neme (Mega) y Alejandra Matus (La Red).

En la columna, publicada el sábado en diario La Tercera, Ortúzar es categórico en afirmar que "la situación del periodismo en Chile es terminal". Ampara su análisis en el cierre de medios y la severa crisis económica que ha carcomido un sinnúmero de diarios y revistas en el último tiempo. Pero no sólo eso. "En un mundo donde los frutos del trabajo de los medios profesionales, junto con su publicidad, han sido drenados por las redes sociales, poca capacidad de maniobra le queda a la profesión para cumplir lealmente con su misión", afirma el profesional del IES.

Rostros

Línea más abajo, Ortúzar despedaza a algunos rostros televisivos por su manera de hacer (y entender) el periodismo.

"Varios, lamentablemente, han renunciado por completo a la idea de que el periodismo deba mediar de forma responsable entre los fenómenos y las audiencias, arrojándose a la búsqueda de popularidad mediante lógicas publicitarias de impacto, polarización y culto a la propia personalidad. Anzuelos de clics, titulares equívocos, lágrimas de cocodrilo, teorías conspirativas y adulación de los prejuicios de las audiencias. Un eterno matinal. ¿Qué más se puede decir de Julio César Rodríguez, Antonio Neme y sus imitadores? ¿Cuánto daño le hace al periodismo que muchos de sus exponentes más exitosos sean los que peor ejercen su rol? ¿Se sienten orgullosos cuando gente que no entiende lo que lee los considera héroes por chapotear en lugares comunes y prejuicios, mientras tratan de 'vendidos' a periodistas que sí hacen la pega?", cuestiona el investigador.

Asimismo, se da tiempo para reflotar una antigua polémica con Alejandra Matus, a quien criticó por no exponer públicamente un error de datos en unas de sus investigaciones periodísticas. "Hace meses traté de discutir con la premiada periodista Alejandra Matus sobre la situación de su profesión, luego de que ella publicara en Twitter una investigación equívoca sobre exceso de muertes con errores teóricos y metodológicos. Mala investigación, pero excelente munición para las redes sociales. Le pregunté si se atrevía a reconocer frente a su audiencia virtual los errores de su investigación. Su primera respuesta fue una autofelicitación altisonante que mostraba desprecio por los medios que antaño dirigió. Todo celebrado por un ejército de nietites. Repliqué mostrando con claridad sus errores e invitándola a discutir sobre cómo la lógica de Twitter estaba afectando a su profesión. Y luego nada. Otros escándalos. Matinales", sentenció.