Cristián Campos lapidó a conocido actor: “Su comentario me pareció pequeño y mezquino”

Cristián Campos

“El chivo expiatorio fui yo”. Con estas palabras, el experimentado actor Cristián Campos se refirió a las desalmadas críticas que recibió en redes sociales y que lo acusaban de ser el responsable del fallecimiento del destacado actor Tomás Vidiella, quien murió hace escasos meses producto de su contagio de Covid-19.

“(su muerte) fue una sorpresa. Yo sé que Tomás tenía 84 años y antecedentes de enfermedades al pulmón, pero fue una sorpresa total. Esa mañana nos habían dado el informe de que estaba bien, que no era necesario intubarlo y que estaba usando su celular. Yo, ese día, justo me había quedado con la idea de que había zafado”, relató Campos a Sábado de diario El Mercurio.

Sobre el deceso del Vidiella y del estilista Patricio Araya, quienes eran parte de la obra teatral “Orquesta de señoritas”, el exactor de Canal 13 sostuvo que “el bicho se coló por alguna parte: puede haber sido en las funciones con público, a través del staff de la obra, a través de los técnicos, a través de los actores, no sabemos. Es de una trazabilidad muy complicada”.

CRÍTICAS

Sin embargo, admite todavía estar afectado por las críticas recibidas que lo sindicaban como el responsable de contagiar de Covid-19 al elenco teatral, lo que culminó con el deceso de dos miembros del staff.

“Una amiga psicóloga me dijo que es puro miedo. La gente tiene tanto miedo y la única forma de superar la incertidumbre es apuntar con el dedo a alguien, y así pueden dormir tranquilos. Si hay un culpable, se sienten más seguros. Y también entiendo que Twitter es un resumidero de resentimiento, rabia y anonimato”, disparó.

Pero no fue sólo eso: también fue muy duro con el actor Juan Pablo Sáez, uno de los más críticos con la realización de la obra que se alcanzó a exhibir por escasos días en Teatro Oriente antes de que se suspendiera definitivamente tras las muertes. “El fuego interno vino de colegas con nombre y apellido que nos cuestionaron haber hecho la obra, en circunstancias que nosotros estábamos haciendo de rompehielos para iniciar un trabajo que todos necesitábamos. Yo todavía no me reconcilio con eso. Por ejemplo, Juan Pablo Sáez, en el funeral de Tomás dijo muy apesadumbrado a las cámaras, llorando, que el montaje era totalmente evitable y que nosotros no deberíamos haber hecho esa obra, y mucho menos con Tomás. Su comentario me pareció mezquino, pequeño, demagógico, no nos merecíamos eso. Porque, además, tengo la sospecha de que cualquiera de aquellos que nos dispararon, si los hubiesen convocado, habrían estado porque era una posibilidad de lujo para cualquier actor.Creo que fueron injustos con nosotros, y ese fundamentalismo artístico lo encuentro muy peligroso”, sentenció.