Hernán Calderón Salinas interpuso una querella por parricidio frustrado en contra de su hijo, Nano Calderón Argandoña, luego que éste lo agrediera con un arma blanca el pasado martes 11 de agosto.
En la acción, el abogado narró los hechos ocurridos en su departamento ubicado en Las Condes al que ingresó por la fuerza, consigna el relato. "Me ataca de frente, intentando apuñalarme en el estómago, fallando sólo por mi reacción, dándome el ataque en mi antebrazo izquierdo mientras me gritaba '¡¡¡¡AHORA SI QUE TE VOY A MATAR MALDITO CONCHA DE TU MADRE!!!. VAY A VER WEA CULIAO COMO AHORA SI TE MATO!!!!' (sic ). Ante la agresión, me abalancé sobre él, tomándolo por la cintura para intentar sacarlo del domicilio, momento en que el victimario logra apuñalarme nuevamente, esta vez en la mano derecha", reza el documento.
Ante esta situación, Calderón padre forcejea con su hijo, cayendo ambos boca abajo en el suelo, con los pies al interior del departamento y el torso en el pasillo del edificio. "El querellado (...) procede a inmovilizar mi mano derecha con su mano izquierda, y con su mano derecha, en la que continuaba sosteniendo el cuchillo, procede a apuñalar múltiples veces mi mano derecha gritando '¡¡¡¡TE VOY A MATAR CONCHA DE TU MADRE TE VOY A MATAR!!!!'. De esa forma, siguió intentando desgarrar la mayor cantidad de tejido posible de mi mano, con el fin asumo dado el movimiento y su acción de amputarla", indica en la querella.
En ese momento la asesora del hogar llamó al conserje quien dio aviso a Carabineros. Asimismo, ante el alboroto, consigna la querella, dos maestros que trabajaban en el domicilio del frente salieron a ver qué ocurría. Al percatarse de la presencia de tantas personas, Calderón Argandoña huyó del lugar, llevándose el arma.
Querella por abuso sexual reiterado
Este lunes, en tanto, la pareja de Nano Calderón, Rebeca Naranjo, presentó una querella por el delito de abuso sexual reiterado en contra de Calderón padre y todas las personas que resulten responsables en calidad de cómplices o encubridores.
En el documento, Naranjo da cuenta que a fines de septiembre de 2019 se fue a vivir con Nano al departamento de su padre. Conforme a su relato, en los primeros meses de estadía "no tuvimos mucho contacto", sin embargo en marzo de este año "comencé a percibir una actitud extraña por parte del Sr. Calderón, él se me acercaba bastante y yo sentía que me miraba de una manera distinta, me hacía insinuaciones. A modo de ejemplo, puedo señalar que el día 8 de marzo el querellado se acerca a mí mientras yo estaba cocinando, él me agarra por las caderas, me da un beso en cada mejilla y me dice descansa. Aquello para mí fue bastante incómodo, sentí que fue inapropiado, comentándole a mi amiga Karen Siciliano Cabezas, que tenía duda de sus intenciones", sostuvo, agregando que este actuar se habría repetido en otras ocasiones.
Respecto a los hechos ocurridos el pasado martes 11, Naranjo precisó "estábamos sentados en el living y Hernán Calderón Argandoña me pidió mi teléfono y yo se lo pasé. Unos segundos después mi pareja recibe una llamada telefónica de Laura, la asesora del hogar del Sr. Calderón Salinas, y contesta 'ya Laurita, voy para allá'. En ese instante Hernán Calderón Argandoña toma su celular y le toma foto a mi teléfono, yo le pregunto qué hace, él no respondió, yo solo pude observar que en mi celular estaba abierta la conversación de WhatsApp con su padre. Él me entrega mi celular, me dice que nos vemos en un rato y se retira del departamento".
"Luego de esto no sé nada de Hernán Calderón Argandoña, hasta que alrededor de las 18:00 hrs de ese día, tocan el timbre y al abrir, me sorprendo al ver 20 carabineros consultándome donde estaba Hernán Calderón Argandoña. Yo les indico que él no está en el departamento, pero de todas formas permito que entren a revisar. Al pedir una explicación de lo que estaba ocurriendo, me indican que lo están buscando, por un incidente de violencia intrafamiliar en que supuestamente le habría ocasionado lesiones a su padre. Una vez se retiraron los funcionarios policiales del departamento, intenté contactarme con Hernán Calderón Argandoña para saber qué había pasado, sin poder lograr comunicación con él", argumentó.