Camila Andrade reaparece tras los rumores que la volvieron a ligar con Francisco Kaminski

La comunicadora rompió cinco días de silencio en medio de especulaciones por una mudanza que encendió versiones de desalojo y reencuentro con su expareja.

Una foto bastó para incendiar la farándula: Francisco Kaminski saliendo de su edificio, cargado de bolsas, seguido del rumor de que Camila Andrade lo acompañaba. Nadie habló entonces. El silencio de ella se convirtió en alimento para la especulación. Hasta que, cinco días después, decidió reaparecer.

El rumor que no dejó dormir

En programas de televisión y redes sociales, la teoría tomó forma: la pareja no habría terminado como decía el comunicado, sino que aún compartían el mismo techo. La imagen del animador, tomada casi a escondidas, circuló como prueba. El supuesto testimonio de quien lo paparazzeó hizo el resto.

El público quería respuestas y la presión se acumulaba sobre Andrade, que optó por guardar silencio mientras cerraba una etapa más íntima y desgastante: armar cajas, embalar recuerdos y abandonar La Dehesa.

La voz después del silencio

El viernes, por fin, habló. No lo hizo en un estudio de televisión ni en una entrevista exclusiva, sino desde su celular, con una historia de Instagram. La comunicadora apareció distendida, aunque cansada, para dar cuenta de lo que la había mantenido ausente.

“Bueno, bueno. Vamos reapareciendo por acá, poco a poco… Sí, efectivamente tuve una mudanza, un cambio de casa, que me mantuvo súper ocupada. Estaba agotada porque fue un cambio intenso”.

Con esas frases desarmó, en parte, las conjeturas. No había desalojo ni segundas intenciones, había cajas, polvo, agotamiento. Pero Andrade quiso añadir otro detalle: el cuerpo le pasó la cuenta.

“Apenas terminé ese cambio, no sé si me bajaron las defensas o algo, pero estuve toda esta semana en cama, súper resfriada. Ahora estoy saliendo de ahí… Así que cuidado con los bicharracos que andan por ahí”, ironizó.

Kaminski y la otra versión

Mientras tanto, Francisco Kaminski cargaba con su propio rumor. Se dijo que había sido expulsado del condominio por la presión mediática y las amenazas recibidas tras sus últimos escándalos. El animador se apuró en desmentir: “Nadie nos ha echado”, aclaró con firmeza.

Ella habla de mudanza, él niega desalojo. Pero la pregunta sigue flotando: ¿qué hay detrás de esas imágenes que los volvieron a unir en la conversación pública? En Farandulandia, cada paso se lee como un capítulo de teleserie, donde el silencio, las cajas y los rumores terminan siendo tan importantes como las declaraciones.