La confirmación de una enfermera de la Clínica Dávila contagiada con coronavirus (Covid-19) encendió las alarmas entre los funcionarios del recinto médico, quienes revelaron en exclusiva a El Filtrador una serie de malas prácticas que darían cuenta de graves negligencias en los protocolos para afrontar la emergencia sanitaria. Asimismo, las mismas fuentes admiten episodios de abuso constante contra el personal de salud de la institución, el cual se ve cada vez más expuesto a la amenaza de contraer la enfermedad.
La paciente cero
Desde hace unas semanas, la declarada pandemia del Covid-19 arribó a suelo nacional. Y a la fecha, el conteo de casos confirmados y fallecidos por coronavirus se ha elevado sostenidamente hasta alcanzar las preocupantes cifras de 1.610 contagiados y cinco personas fallecidas. Así de contundente se hizo notar la presencia de la enfermedad en terruño nacional. Las camillas que resuenan en los pasillos de las clínicas y hospitales, las toses en salas de espera atestadas de gente esperando por los test y los sombríos murmullos cada vez que un paciente marca positivo, lo confirman: Chile también sufre su propia crisis por el virus. Y la Clínica Dávila, también.
Las denuncias de una errática respuesta ante la crisis sanitaria, mediocres protocolos de acción y una innecesaria exposición del personal de salud a eventuales focos de contagios, ponen en tela de juicio la capacidad del recinto médico para afrontar esta emergencia. Los temores de los trabajadores de Clínica Dávila se materializaron luego de que una de los suyos se contagiara. Tenían entre sus filas a la primera "paciente cero".
"Desde que llegaron los primeros casos a Clínica Dávila se empezó a improvisar. En relación a los protocolos, se tenían desde un par de semanas antes, pero se cambiaban todos los días. En un comienzo sólo se tenían disponibles dos box para pacientes en observación de Covid-19. Con el pasar de los días y al aumentar exponencialmente los casos, tuvieron que habilitar un 'pasillo' de respiratorio", confiesa Laura Michaux, enfermera del recinto médico, recordando el inicio de toda esta crisis.
En seguida, señala cuál fue la gota que rebalsó el vaso: "a ese pasillo ingresan todas las posibles sospechas, pacientes febriles, principalmente. Hace unos días un paciente con sospecha le tiró a una enfermera su mascarilla. Esta semana, esa misma enfermera tuvo que tomarle un examen a un funcionario para confirmar o descartar si tenía Covid-19. El funcionario salió positivo. La enfermera, con el pasar de los días, empezó con sintomatología", dice Micheaux, añadiendo que "se le tomó el examen y se mandó a su casa, se negaron a hacerle la licencia y ponerla en cuarentena de inmediato, esperarían el resultado del examen. Al día siguiente ella tuvo que llamar a laboratorio para preguntar por su examen. Le dieron el resultado por teléfono… estaba positivo".
Asimismo, detalla que durante la jornada del viernes 27 de marzo, la enfermera contagiada ha empeorado su estado de salud, necesitando de cada vez de cuidados más específicos. "Hoy (ayer) la enfermera comenzó con síntomas más fuertes, continuaba febril y ahora se agregaba dolor de pecho. Consultó con su jefe médico y de enfermería y le dijeron que si no estaba grave, que no acudiera a la urgencia. Ella fue igual ya que se sentía muy mal", añade Michaux, especificando que actualmente su colega se encuentra con la categoría de paciente crítico. "Le hicieron un escáner de tórax que está alterado. Inicialmente la hospitalizaron en una unidad básica, pero con el pasar de las horas empeoró, tuvieron que internarla en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y hasta ahora lo que se sabe es que la van a intubar para conectarla a ventilador mecánico", comenta respecto al delicado estado de la denominada "paciente cero" de Clínica Dávila.
Lo anterior denota graves deficiencias en los protocolos de Clínica Dávila. La existencia de una enfermera contagiada de Covid-19 representa una amenaza para los demás funcionarios. Si una de ellos se encontraba proclive a contraer el virus, entonces todo el personal está expuesto a lo mismo.
[adsense]Efectos adversos
"Lo de mi colega ha hecho estallar en todas el miedo que nadie quería reconocer, porque siempre te imponen que la vocación debe ser lo principal, pero también sentimos, tenemos familia. El principal miedo es contagiarlos a ellos y después contagiarnos nosotros, que estamos súper expuestos día a día y desamparados porque la jefatura ve como el personal se enferma y te culpan, a nadie le importa, somos solo un número o un turno por cubrir", cuenta Laura Michaux, enfermera de Clínica Dávila, con un dejo de preocupación frente a las medidas tomadas por la institución.
Desde que se conoció el caso, las tensiones han aumentado entre la jefatura y el personal de la salud que día a día se expone a múltiples focos de contagio. Los facultativos de salud de Clínica Dávila alegan haber quedado a su suerte, y que las decisiones tomadas por sus superiores, sumado a protocolos débiles y poco claros, no sólo los dejaría en posición de vulnerabilidad ante un posible contagio, sino que también a los pacientes que cruzan las puertas del recinto médico.
En esta línea, Michaux recuerda que el día que su compañera confirmó estar contagiada del virus "la jefatura se demoró más de lo que debía en mandar la lista de funcionarios en contacto con la enfermera contagiada. Por protocolo ella debe enviar de inmediato la nómina al prevencionista", dice respecto a los protocolos de Clínica Dávila. "Luego de varias horas comenzaron a llamar al personal que tuvo contacto con ella, luego de un par de preguntas se dejó sólo a algunos funcionarios en cuarentena", agregó, complementando que en dicho caso lo que correspondía era aislar a todo el turno que se encontraba en contacto con la enfermera contagiada, mas no fue así.
Asimismo, señala que "hoy (ayer) otra enfermera que había tenido contacto con la colega contagiada se atendió en la urgencia y ni siquiera le tomaron el examen... eso significa que así como ella, hay muchos otros que pueden estar positivos sin saber y van a contagiar ellos a los pacientes. Porque la clínica está haciendo todo a medias y continúa improvisando", detalla.
Sin embargo, comenta que, basados en los antecedentes, todo era posible de prevenir. Y es que uno de los tópicos más controvertidos entre los funcionarios es la prohibición de llevar los denominados "Elementos de Protección Personal" al momento de atender a los pacientes.
Es por eso que Laura Michaux es enfática al indicar que "se ha pedido a las jefaturas desde un comienzo que nos faciliten y nos autoricen en todo momento a usar los elementos de protección personal. Ellos inicialmente sólo accedieron a que en el pasillo de respiratorio se pudiera usar mascarilla en todo momento. Retaban a las enfermeras o técnicos que usaban mascarilla en otro lugar, como la estación de enfermería, siendo que el virus ahora puede estar en cualquier parte (…) Ahora que hay una enfermera grave autorizaron a usar sólo la mascarilla en todo momento".
De igual manera, la enfermera de Clínica Dávila comenta que en múltiples ocasiones, y temiendo un eventual contagio, han solicitado adquirir con sus medios los Elementos de Protección Personales, pero dichas solicitudes han sido denegadas, haciendo aún más incomprensible la postura de Clínica Dávila ante la emergencia sanitaria.
No obstante, estos problemas no habrían empezado sólo con el contagio de la enfermera, ni tampoco afectan al propio personal, sino que, según se denuncia, los protocolos establecidos por la Clínica Dávila se estarían configurando como un peligro para los pacientes en el recinto hospitalario desde el inicio de la crisis sanitaria.
“Desde que llegaron los primeros casos al país y a nosotros nos llegaban 'observaciones' a principios de marzo, ahí ya fallaban porque, por ejemplo, el protocolo decía que el paciente debía ingresar con todos sus acompañantes, salía el médico y le decía a la enfermera que hace el triage (Nota de la Redacción: clasificación de la gravedad, sintomatología y problema de salud que presenta un paciente) que porqué habían ingresado a todos los acompañantes, que debían ingresar de a uno. El protocolo decía que el jefe médico debía ver a los sospechosos de Covid-19 y no se respetaba, lo veía cualquier médico, y así, mal desde incluso antes de los primeros confirmados”, comenta Michaux, señalando el punto exacto en que el sistema interno de la Clínica Dávila colapsó silenciosamente. “Todo fue más crítico cuando empezaron a aumentar los casos el 16 de marzo. Tuvieron que habilitar esa área de respiratorio improvisada, porque es un pasillo de la misma urgencia”.
Falla sistémica
En medio de esta crisis sanitaria, una mascarilla es desechable, un profesional de la salud es sagrado. Laura Michaux no se llama así realmente, sino que es la encarnación de las denuncias efectuadas por la denominada "primera línea de la salud" de la Clínica Dávila, que día a día lucha por combatir la emergencia.
Y es que, si bien los denunciantes han decidido mantener su nombre en reserva, es porque han sido objeto de múltiples presiones para mantener todas estas negligencias ocultas. "Nos han amenazado con que no podemos filtrar información, que tengamos ojo con lo que publicamos. Que supuestamente si comentamos algo por redes sociales atentamos contra las normas de la clínica, normas que nadie conoce", dicen a El Filtrador.
De igual forma, recuerdan que ante la filtración de un audio de una colega denunciado esta situación, la jefa, a los pocos minutos, solicitó también a través de un audio, prudencia en cuanto a los mensajes emitidos. “Por favor reforzar a sus colegas que no deben hacer comentarios por redes sociales. Está contra las normas de la Clínica”, señala parte del archivo.
De igual forma, los trabajadores de la salud de Clínica Dávila piensan que existen motivos más bien económicos que han repercutido directamente en la calidad de la atención que brindan. "Desde hace harto tiempo que abaratan costos en todo aspecto. Por ejemplo, incluso las jeringas que compran son de menor calidad a las que compraban hace cinco años (…) Uno se da cuenta al abrir la jeringa, pero al paciente le cobran el valor de la jeringa más cara. Y así con muchos otros insumos como medicamentos (…) Nosotros les llamamos los medicamentos “acuenta” cuando los cambian a uno más barato", comentan en tono irónico.
Asimismo, indican que apenas su colega contagiada de Covid-19 envió una licencia médica, esta fue cuestionada inmediatamente. Según piensan funcionarios de la salud de Clínica Dávila, dicha acción podría estar sustentada en la "carta blanca" que el gobierno dio, inicialmente, a los gerentes y que luego se extendió al rubro de la salud, para eximirse de su responsabilidad en el contagio del personal.
En concreto, según se indica en un documento distribuido por el Ministerio de Salud, y con fecha 24 de marzo, "solamente en aquellos casos que se pueda determinar la trazabilidad del contagio como de origen del trabajo, estos podrán ser calificados como de origen laboral, con la consecuente cobertura de las prestaciones del Seguro de Accidentes del Trabajo y enfermedades profesionales", versa el escrito. Bajo esa lógica, es casi imposible que un trabajador pueda demostrar que el contagio provino de su espacio laboral, cuando la propia declaración de la fase 4 del virus indica, precisamente, que la trazabilidad se perdió, eximiendo al empleador de la responsabilidad con el trabajador contagiado.
Frente a dicha acción, indican, "lo que han hecho es culpar al personal de los contagios entre sus funcionarios, siendo que las medidas de protección que se tienen son precarias", consignan, añadiendo que la respuesta ante estos reclamos es simplemente "que revisemos lo que estamos haciendo mal (…) Que recemos para que la colega 'vuelva' pronto", cuentan.
Crítica
Por último, los funcionarios aludidos realizaron una crítica a las medidas tomadas por el gobierno ante la pandemia. "No hay que ser tan perito ni especializado para darte cuenta de todo lo que iba a pasar, y de las medidas, que son básicas, el gobierno le ha bajado el perfil desde el comienzo (a la enfermedad). En Wuhan con un mes de cuarentena total lograron llegar a cero casos nuevos de contagio. Acá recién cuarentena total en siete comunas, considerando que ahora les dicen a las empresas que pueden no pagar los días de cuarentena a los empleados. ¿Qué hará la gente? Obvio que no respetará ninguna cuarentena, la gente necesita plata para vivir, para comer (...) En dos semanas se viene el peak, y al menos en Dávila no sé de dónde sacarán el personal, si ya están funcionando a media máquina. Muchos se seguirán contagiando si no se hace algo ahora", dicen funcionarios de Clínica Dávila respecto a la situación, comentando sobre su situación actual que "por último, si supieras que tus jefes te apañan, te apoyan... Pero sabemos que si nos llegamos a contagiar nos van a culpar por contagiarnos", finalizan, algo agobiados por la actual situación en que se encuentran, en medio de una crisis interna que no saben cuándo cobrará su próxima víctima.
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