A una semana de su polémico despido de Mega, la destacada periodista Paulina de Allende-Salazar realizó un profundo análisis de los hechos que sellaron su desvinculación de la señal dependiente del Grupo Bethia, arremetiendo en contra de la decisión tomada por sus jefaturas.
En retrospectiva, durante la jornada del 6 de abril, día marcado por el asesinato del funcionario de Carabineros Daniel Palma, la comunicadora se aprestaba a realizar una serie de despachos para el matinal de Mega, Mucho Gusto. En uno de ellos sufrió un lapsus y se refirió al fallecido policía como "paco", aunque se corrigió casi instantáneamente.
Lo anterior molestó al general Alex Chaván. El alto oficial de Carabineros, a media hora de que Paulina de Allende-Salazar cometiera el error, vetaría a la profesional de un punto de prensa, diciendo públicamente -y frente a las cámaras de los demás canales- que no daría ninguna declaración hasta que la periodista se retirara del lugar. Todos estos hechos sellaron el despido de la integrante del matinal Mucho Gusto por, eventualmente, haber afectado a la imagen de la marca de Megamedia, según apuntaron entendidos en el asunto a El Filtrador.
Pues bien, entre la semana pasada y esta, la profesional ha recibido el apoyo público de parte de sus colegas a través de distintos medios, las cuales se enfocan, principalmente, en la apresurada decisión que tomó Mega al desvincularla y al hecho de que la empresa televisiva haya tolerado la censura a una de sus periodistas.
Con todo lo anterior, De Allende-Salazar, en la más reciente edición de Revista Sábado de diario El Mercurio, rompió el silencio respecto a las valoraciones personales que tiene sobre la reacción de sus exjefes, asegurando que "el despido fue apresurado e irreflexivo", relató.
Entre otras cosas, consultada sobre cómo se ha sentido tras su desvinculación, Paulina de Allende-Salazar enfatizó en que ha sido un momento "doloroso para mí, porque jamás tuve la intención de generarle dolor a nadie", se excusó, reconociendo, eso sí, que se ha sentido acompañada durante el proceso.
Mientras, en una reflexión sobre lo que representa el hecho de que Mega haya cedido a la petición del general Chaván, la profesional ponderó negativamente lo ocurrido, explicando que "en este país, con este nivel de crispación, no es baladí que los periodistas tengan miedo de informar o de equivocarse. Lo importante es corregirse. Y lo grave, para todos nosotros, es censurarlos", indicó.