En camino a la digitalización de los servicios de televisión en todo el país, Mega continúa realizando ajustes en su cobertura a nivel nacional, sin embargo, una de ellas llamó la atención puesto que afectará a varias zonas de Chile, principalmente en el sur.
Según informa Diario Financiero, Mega dejará sus concesiones en San Fernando, Osorno, Castro, Cabildo, Cañete, Ancud, Papudo, Traiguén, Lebu y Melipilla.
Fue el pasado 6 de octubre cuando el Consejo Nacional de Televisión (CNTV), a través de la cuenta de Twitter del organismo, informó la situación, aclarando en la misma publicación que Mega "no podrá interrumpir sus transmisiones hasta que se le notifique el acto administrativo que hace efectiva su renuncia", por lo que las señales todavía continúan al aire.
En cuanto a las razones que tuvo la señal de Bethia para aplicar la drástica determinación, entendidos del tema explican a DF que la medida coincide con el alto costo mensual de mantener estas frecuencias, monto que podría ascender a $1,5 millones cada una. Sin embargo, desde Mega explicaron a El Filtrador que la medida más bien obedece a motivos estratégicos de potenciar otras plataformas tecnológicas.
"Megamedia está apostando por concentrar sus esfuerzos de inversión en la producción de contenidos, potenciando la utilización de aquellos medios o plataformas tecnológicas que permitan su transmisión de una forma más eficiente, rentable y que lleguen a cada rincón del país con excelentes niveles de calidad y cobertura territorial, como ocurre con los sistemas satelitales que permiten, precisamente, que más y nuevas audiencias puedan seguir disfrutando de nuestros contenidos en nuestras diferentes señales", detallaron a este Portal.
Por su parte, el gerente de Ingeniería de Mega, Saúl Ureta, detalló al periódico económico que actualmente una transmisión satelital sería más eficiente que una antena transmisora, ya que "el propio avance tecnológico las ha ido dejando obsoletas".
¿Qué pasara con la televisión digital?
En tanto, la directora jurídica del CNTV, Lorena Donoso, detalló que esta situación también coincide con la migración de las señales a la Televisión Digital Terrestre (TDT) que obliga a las estaciones públicas y privadas a modificar su tecnología, puesto que el sistema analógico llegará a su fin en 2024.
Bajo esta premisa es que la funcionaria del organismo explica que la acción de Mega de renunciar a las frecuencias "no persiste la obligación de migrar a tecnología digital en la respectiva zona de servicio".
En cuanto al derecho de transmisión consentida (en inglés: must-carry), el cual permite a los canales abiertos cobrarles a empresas de televisión de pago por estar presentes en su oferta de señales, parecería correr riesgo en las comunas afectadas, ya que la nueva ley sostiene que "en las zonas donde quieran ejercer este derecho, deberán lograr una cobertura digital de al menos el 85% de la población en la zona de servicio de la concesión de que se trate".