Han pasado tres meses desde que la comediante Jani Dueñas bajó anticipadamente del escenario de la Quinta Vergara entre pifias del público. En conversación con Revista Sábado de El Mercurio, la humorista realizó la primera reflexión en extenso sobre su paso por el Festival de Viña.
“Lo equiparo con un accidente. A un choque en moto contra un árbol. O correr una maratón, llegar a la meta y que te agarren a patadas”, sostuvo Dueñas, definiendo la experiencia particular que vivió en la pasada edición del certamen festivalero.
Al ser consultada por los momentos vividos al momento de bajar del escenario, la comediante señaló que “es un mar de rechazo y de violencia (…) Llegaron los ejecutivos a mi camarín, todos con cara de funeral, y yo echando la talla (…) yo creo que estaba en adrenalina profunda”, dijo.
Jani Dueñas frente al espejo
Asimismo, la artista comentó uno de los tópicos más cuestionados una vez finalizado el show: la falta de autocrítica. “Me llamaba la atención que la gente me exigiera un comunicado público explicando lo que pasó. Yo siento que la gente no logra entender que uno sale de ahí sin saber muy bien qué pasó”, sostuvo.
Agregó: “yo no me preparé para el festival. Preparé una rutina que sentí que era un poquito más transversal que la que hago siempre. No hice festivales. Hice solo bares”.
De la misma forma, Dueñas reconoció que se negó a sucumbir ante el “mainstream” y trabajar con guionistas, forjando ella misma su propio libreto para la controversial rutina.
En tanto, sobre el público al cual se enfrentó aquella noche y la rutina propiamente tal, la comediante aseveró que “me arriesgué, pensando ingenuamente que iba a haber un público que iba a 'cacharme' más la onda. Cuando sentí los primeros signos de rechazo, los rechacé a ellos también. Los rechacé por rechazarme”, sentenció.