La reinvención de Memo Bunke: del Festival de Viña a su exitoso emprendimiento de paltas

En conversación con El Filtrador, el icónico comediante reveló que hoy lidera "Paltata Memo", una empresa de reparto de paltas en Santiago, aunque asegura que nunca dejará los escenarios.

Memo Bunke, nombre artístico de Guillermo Alburquenque, se convirtió en un ícono del Festival de Viña del Mar tras su debut en 2000. Con su versión de “La Mosca” de Cachureos, combinando humor y distintos ritmos, logró conquistar al exigente público de la Quinta Vergara. Al año siguiente, regresó junto a Natalia Cuevas, formando un dúo de imitaciones, canto y comedia que les valió las gaviotas de plata y oro.

En 2013, Bunke enfrentó un desafío mayor: su presentación fue adelantada inesperadamente y recibió abucheos iniciales. Sin embargo, merced a su carisma y talento, logró darle vuelta a la situación, ganándose la ovación del público y consolidando su figura en el festival. Con cuatro actuaciones memorables (2000, 2001, 2003 y 2013), Memo Bunke dejó su huella en Viña, recordado hasta el día de hoy por su humor, creatividad y capacidad para conectar con la audiencia en cada escenario que pisó.

¿Qué ha sido de Memo Bunke tras sus memorables presentaciones en Viña del Mar? ¿Sigue dedicado al humor que lo hizo famoso? En conversación con El Filtrador, el artista rememora sus momentos más destacados en el festival y, además, comparte detalles sobre su nuevo emprendimiento, revelando cómo ha evolucionado su carrera.

¿Memo Bunke continúa su carrera en el humor o tomó otro rumbo?

Consultado sobre si continúa dedicado al humor, asegura que "he tenido la oportunidad de viajar mucho al sur este año para actuar en distintos escenarios y algunos festivales. De hecho, esta semana voy a Antofagasta a presentarme para los mineros en Sierra Gorda. A veces la gente piensa que, por no aparecer en televisión, dejamos de hacer lo que nos apasiona: estar sobre el escenario y recibir el aplauso del público. Pero no es así.

Hoy no hay tantos programas de televisión donde uno pueda contar chistes, compartir anécdotas o hacer stand-up como lo hacen muchos de los comediantes nuevos. El espectro del humor se ha abierto mucho y muchos de nosotros seguimos haciendo lo que nos gusta, trabajando y viajando.

El humor ha cambiado, claro. A la gente más joven quizá no le guste tanto el estilo que yo hago, que es un humor musical, y prefiera el stand-up, pero también hay stand-uperos de todo tipo: algunos no tan buenos y otros realmente fantásticos. Al final, hay público para todos.

¿Cómo ha vivido la transformación del humor a lo largo de las generaciones?

Cuando voy a mis shows, normalmente hay mucha gente joven, pero también asistentes adultos que me conocen desde mi primera participación en el Festival de Viña en 2000. A veces vienen con sus hijos y ellos descubren un tipo de humor distinto al que están acostumbrados hoy, más cercano al stand-up. Adaptar mi estilo en pleno 2025 ha sido gratificante: cuando veo un teatro lleno o locales repletos, me doy cuenta de que todavía hay público que me recuerda y valora mi trabajo.

La respuesta ha sido positiva, sobre todo porque he logrado mezclar elementos del humor de hoy con el estilo de antes, creando un equilibrio que funciona para diferentes generaciones. El público adulto sigue disfrutando del humor tradicional, mientras que los jóvenes se inclinan más por las tendencias actuales. Por ejemplo, en el festival del año pasado hubo algunos triunfadores y otros que parecían “a prueba”, lo que demuestra que el humor sigue evolucionando y que tanto los artistas nuevos como los históricos tienen su espacio.

¿Debería el Festival de Viña equilibrar el escenario entre nuevos talentos y humoristas históricos?

El Festival de Viña es tan mediático que todos están pendientes de cada presentación, incluso cuando no es del gusto de todos. Por eso creo que, además de dar espacio a los nuevos talentos, también debería considerarse incluir a los artistas clásicos que siguen haciendo reír al público.

No somos viejos, pero muchas veces nos perciben como los humoristas “antiguos” por el estilo de nuestro humor. Creo que se podría dar, aunque sea un día, la oportunidad de incluir a quienes seguimos en activo. Artistas como Álvaro Salas, Dino Gordillo y muchos de nosotros, con experiencia y trayectoria, podrían ofrecer un gran espectáculo si volvieran al Festival de Viña.


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No se trata de llevarlos a todos, sino de equilibrar: dar espacio a los nuevos talentos, pero también reservar un lugar para quienes aún seguimos sobre el escenario, manteniendo vivo el humor que el público ha disfrutado durante años.

El renovado camino de Memo Bunke

A pesar de mantenerse activo en la comedia, Memo Bunke apuesta por un proyecto que nada tiene que ver con el humor. "Hoy tengo una empresa que se llama 'Paltata Memo', donde vendemos paltas a nivel de todo Santiago. Todo comenzó de manera muy pequeña, vendiendo paltas a los vecinos, y con el tiempo el proyecto fue creciendo. Hoy tengo socios, camionetas y reparto a domicilio, y ha funcionado muy bien", cuenta el humorista.

"No todos los comediantes tenemos la posibilidad de hacer shows todos los fines de semana, así que siempre busco nuevos rumbos y proyectos. He hecho de todo: colaciones, mermeladas y más, siempre experimentando con ideas diferentes. Por ejemplo, con las colaciones, una clienta de Los Ángeles me contactó para sorprender a sus hijas en Santiago y terminé preparando y entregando toda la comida personalmente, incluso cantando y haciendo un servicio a la carta", relata el artista.

¿Y eso le hizo "click"?

De hecho, la experiencia fue tan positiva que mi esposa y yo pensamos que podría convertirse en un emprendimiento distinto y creativo: llevar no solo la comida, sino también una experiencia completa, personalizada y con humor, a la puerta de las casas. Lo hemos considerado, pero en este momento estoy completamente enfocado en Paltata Memo, un negocio que ha ido creciendo semana a semana. Con mi esposa y nuestros socios estamos constantemente buscando clientes, haciendo videos y trabajando en redes sociales. Incluso estamos por lanzar la página web: www.paltatamemo.cl.

Algunas personas me preguntan si esto significa que dejaré de ser artista, pero no es así: ser artista es algo que llevaré toda la vida, mientras pueda subirme a un escenario. Bajo esa premisa, si en algún momento surge una propuesta televisiva, la podría compatibilizar con el emprendimiento. Y claro, si aparece un programa donde quieran invitarme a contar chistes o cantar mis canciones musicales, no tendría ningún problema: siempre estaré dispuesto a hacer lo que hice durante tantos años en televisión.