La confesión de Sr. Kampos, la revelación de "Coliseo": “Hace ocho años morí para que naciera el comediante”

En diálogo con El Filtrador, Rodrigo Campos relata cómo una durísima ruptura amorosa lo llevó a transformar el dolor en risa, dando vida al personaje que hoy sorprende en el estelar de Mega.

Sr. Kampos en su presentación en el programa de Mega, Coliseo

El Sr. Kampos es muchas cosas. Se define como un enamoradizo y coqueto; también risueño y optimista. En cuanto a vestuario, le gusta la elegancia, muy vinculada a los largos años que trabajó ejerciendo su profesión de contador auditor, llegando a ser jefe tributario en el holding Copesa, que agrupa a importantes medios como La Cuarta y La Tercera. También se describe como un buen padre, buen hijo y voluntario activo en la Teletón. Hace unos años, tras una durísima ruptura amorosa, tuvo que cambiar el dolor por risa y dedicarse a revivir como persona a través de la comedia. Así encontró su pasión. Disfruta a concho como humorista, y en este medio oficio-medio religión para él, sí que persevera; camina pisando fuerte y con sus ojos puestos en el objetivo, aunque a veces cojee un poco debido a una discapacidad por una asfixia que sufrió al nacer. La verdad es que ninguna de estas cosas —y a la vez todas— lo definen.

El Sr. Kampos es muchas cosas. Pero para efectos de esta entrevista exclusiva con El Filtrador, es uno de los cien comediantes seleccionados por Mega de entre quinientos postulantes para participar de su nueva apuesta humorística, "Coliseo".


Lee también: ¡Ave, Mega! El debut de "Coliseo" se corona como el nuevo imperio del rating del sábado


El premio para el flamante ganador del único programa de comedia en la televisión chilena no es menor. Se trata de un pase directo para presentarse en la próxima edición del Festival de Viña del Mar, organizado por la misma casa televisiva hasta el año 2028.

La noche del sábado 27 de septiembre debutó el programa de Mega —que se consagró como lo más visto en la televisión criolla en su horario de emisión—, siendo Rodrigo Campos, el hombre detrás del Sr. Kampos, uno de los primeros en presentarse. Al mismo tiempo que la señal de Bethia se ganó a pulso la preferencia de los televidentes, el comediante batalló para convencer al jurado del espacio, ganándose su venia para continuar en el espacio y haciendo match especialmente con Jorge Alís.

En conversación con este Portal, el Sr. Kampos cuenta entre risas cómo fue la ruptura que -metafóricamente hablando- lo mató y lo obligó a renacer; cómo inició en la comedia junto a grandes amigos y apadrinado por un experimentado humorista; sus ambiciones de llegar a Viña, la Teletón, y quizás ser considerado para proyectos televisivos; la crianza que le dieron su madre y abuela, además de la distancia con su padre; y su particular visión sobre los desafíos para la inclusión en Chile siendo una persona en situación de discapacidad.


¿Cómo definiría su estilo de humor?

Mi estilo de humor es muy de observación y vivencial, pero siempre desde el absurdo. Me gusta mucho el absurdo de las situaciones. Me dan risa muchas cosas, pero a veces es muy negro o muy absurdo lo que me da risa, entonces me tengo que censurar. Me gusta crear imágenes en la cabeza de las personas. Cada chiste o situación humorística la armo como si fuese una escena de una serie. Mi comedia mezcla humor, situaciones mías, y la cuento como un relato con muchos chistes entre medio y también chistes cortos (one-liner). Trato de que mi rutina sea lo bastante variada para que las personas no sepan para dónde va la micro y no adivinen los chistes.

¿Cómo llegó a "Coliseo" de Mega y qué siente al llegar a este escenario con la posibilidad de estar en el próximo Festival de Viña?

Llegué a Coliseo de Mega porque alguien me dijo que había un casting para el programa y me entusiasmé porque hace tiempo estaba buscando una oportunidad. Viña es una posibilidad, pero estoy yendo paso a paso, disfrutando el momento. Un amigo, Jorge Pérez Videla, siempre me dice que tengo la comedia, el personaje y soy talentoso, y que siempre debo tener mi terno planchado y la rutina aprendida. Cuando surgió lo de Coliseo, pensé que tenía el traje planchado y la rutina aprendida, y que iría a demostrar todo lo que he aprendido en estos 6 años. No sé qué pasará, solo estoy disfrutándolo. Siento que si disfruto y hago las cosas que he trabajado bien, se darán solas. Ahora bien, hace como un año soñé que estaba en el Festival de Viña y el animador me presentaba, no alcancé a salir del backstage, me desperté antes de terminar el sueño. Siento que esta es una muy buena oportunidad para terminar ese sueño en la realidad. Me entusiasma muchísimo, pero siento que ya gané, tengo la luces en mi cara, escucho a la gente reírse, y hago cosas que jamás pensé que haría.

¿Cuáles cree que son los mayores desafíos que tenemos como sociedad en materia de inclusión?

El mayor desafío es dejar de usar el concepto de inclusión solamente como moda. Siento que muchos lo usan como un concepto para parecer "súper" inclusivos, pero no lo es tanto. Otro desafío importante es terminar con la discriminación positiva. Por ejemplo, en los Juegos Parapanamericanos, cuando un chico ganó una medalla de oro en tenis en silla de ruedas, decían que era un ejemplo. Eso es discriminación positiva, según mi visión, porque nosotros no buscamos ser un ejemplo. Somos personas que desarrollamos un deporte o una actividad artística, y obvio que nos gusta que se nos reconozca, pero como a cualquier persona, no somos un ejemplo solo por estar en situación de discapacidad. Queremos que las personas con discapacidad sean tratadas como personas comunes y corrientes. Lo que hay que trabajar es en que haya menos barreras para que las personas en situación de discapacidad puedan hacer su vida de manera lo más normal posible. Un ejemplo muy pragmático es el del primer vagón del Metro, que tiene un espacio para personas con movilidad reducida. El tema es que si tu tomas el metro en la mañana, puedes notar que el vagón va lleno, y si una persona en situación de discapacidad quiere ocupar ese espacio, es muy raro que las personas se bajen. Cosas como esas son nuestros mayores desafíos.

¿Cómo influyó el "matriarcado" en su carrera?

Totalmente. Crecí con mi mamá y mi abuelita, por lo que siento que tengo esa sensibilidad desde el lado de las mujeres. Nunca me sobreprotegieron. Todo lo que soy como persona se lo debo en gran parte a mi madre. Ella me enseñó a ser honesto, positivo y a tratar bien a los demás. Siempre me decía que cuando me casara no sería un tipo flojo que no hace nada en la casa, sino que tenía que hacer de todo y ser un buen hombre y un buen papá. Mi mamá es una mujer muy honesta, amable y simpática. Siempre estuve rodeado de mujeres. Mi abuelita también era una persona muy cariñosa, honesta y trabajadora. Doy las gracias de no haber vivido con mi papá, porque siento que la persona que soy hoy, trabajadora y con la convicción de que las cosas resultan si uno se esfuerza, es gracias a mi mamá y mi abuelita. Este sábado estuvo de aniversario el centro de madres donde participa mi mamá, y ahí estaría con todas las señoras que me conocen desde niño, viendo el programa.

¿Vive de la comedia?

Todavía no. Genero ingresos, pero mi fuente principal de ingresos sigue siendo mi profesión de contador y auditor, especialista en impuestos, personal y finanzas.

¿Cómo es mantener la pasión y el hogar?

Estoy separado y veo a mis hijos cada 15 días y también durante la semana. Trabajo mucho, me levanto a las 6 de la mañana y me acuesto a las 11 o 12 de la noche trabajando, atendiendo clientes, pero al mismo tiempo lo compatibilizo con la comedia y los shows. Antes de hacer comedia, me preguntaban para qué era bueno y yo decía que era bueno siendo papá. Después de empezar con la comedia, me preguntaron lo mismo y dije que era bueno siendo papá y haciendo comedia, y lo digo sin ser fanfarrón, porque me da miedo creerme más de lo que soy, pero veo los resultados y el sustento para saber que soy bueno. Esto requiere mucho trabajo. Logré encontrar aquello en lo que realmente siento que soy bueno y que objetivamente doy resultados. Siento que esa pasión es la que me mueve a no dejarlo y trato de enseñárselo a mis hijos. Mi objetivo a mediano plazo es poder vivir de la comedia. También destaco que todo esto es un trabajo de escudería más que un trabajo en solitario. A medida que van avanzando, todos los humoristas empiezan a formar equipo, llegando a grandes escenarios con muchas personas detrás.

¿Cuál es su "escudero" en la comedia?

Jorge Pérez Videla, un gran comediante de la veija escuela, y Max Rayo, el hijo de Jorge Pérez Videla. Max es guionista y hemos trabajado juntos en el personaje y en lo que voy a contar. También tengo un gran amigo en la comedia, Daniel Rubio, con quien también tengo un show. Oye, me da risa, pero me acuerdo cuando le traía chistes de cojos a Videla y él gritaba '¡El cojo no, el cojo no!', con ellos empecé a ver que en la comedia yo era mucho más que la situación de discapacidad.

¿Qué espera de la televisión?

Me gustaría que la gente me conozca, que conozca mi trabajo y se ría. Sé que he trabajado y mi rutina es buena, solo quiero que más personas lo conozcan. Espero también tener un espacio para mostrar mi personaje y que soy mucho más que estar en un escenario. Soy un muy buen conversador y puedo llevar muy bien una entrevista. En pandemia hicimos muchos programas para la Teletón donde entrevistaba gente en un tono liviano y divertido, y funcionaba muy bien. Espero en la televisión poder generarme un espacio, podría ser una voz necesaria, pero no desde la rabia —hoy en día la gente grita muy fuerte— sino desde la empatía y el humor. Podemos abordar temas muy serios, pero a los dos minutos podemos estar riéndonos, haciéndolo de manera entretenida para que la gente quiera escucharme. Siento que faltan personas así en televisión y reafirmaría el compromiso con la inclusión.

Otro objetivo que tengo es poder presentarme en el show de la Teletón. Para mí sería muy bonito, porque hace tres años soy voluntario. Siempre estoy apoyando, pero todavía no se ha dado el espacio para presentar mi humor y comedia en la Teletón. Me gustaría que a partir de Coliseo me conozcan y ver la posibilidad de hacer algo con la Teletón, aprovechando este buen momento. En todo caso jamás he presionado por ello... la gente de la Teletón no me debe nada, por el contrario, yo les debo a ellos por mi rehabilitación y tener la oportunidad de desarrollarme. Si no es en esta ocasión, será en la siguiente, pero ese sería otro sueño cumplido. Muchos usuarios de la Teletón tienen un humor tanto o más negro que el mío, y nos reímos de eso, entonces llegar al show de la Teletón y demostrar que nosotros también nos podemos reír de todo, y ayudar difundiendo la noble labor de la institución, sería muy significativo.

¿Cuál es la anécdota más divertida en su carrera como comediante?

Una vez tuve Tinder. Conocí a una chica con la que hicimos match y apenas me vio me dijo que yo no tenía cara de cojo. Yo dije ¡¿Cuál es la cara de cojo?! Te juro, me han dicho que tengo cara de caliente, pero no de cojo. También tengo un chiste sobre la "discapacidad invisible". Un día, después de un show, un chico se me acercó y me dijo que le gustaba mucho mi show, pero que él también tenía una discapacidad invisible. Lo primero que pensé fue: "Ah, tiene una tula chica" ¡Cuando tu andas en ese modo estás pensando en puras cuestiones estúpidas!. A partir de eso, nació un chiste y un módulo en mi rutina, de discapacidades invisibles. Otra anécdota es cuando me encontré un perrito cojo que me empezó a seguir en la calle, lo subí a redes y la gente pensaba que era mío. Tuve que sostener la mentira y le inventé un nombre, Pachuco, y una historia de cómo lo atropellaron al intentar salvarme.

¿Habría empezado antes en la comedia de no ser por su separación? ¿Ha abordado el duelo en alguna rutina?

Al principio abordaba el duelo en mi rutina, pero después sentí que no era un tema que me diera tanta risa y que todos hablaban de lo mismo. Mi acercamiento a la comedia fue después de mi separación. Antes era un tipo que iba de la casa al trabajo, del trabajo a la casa, con un vida súper normal. Después del quiebre sentí que me iba a morir. Estaba muy mal y necesitaba canalizar toda esa pena en algo bueno para mí. Un día, conscientemente, me dije: "Rodrigo, transforma toda esta pena en algo bueno para ti". Tomé un taller, me gustó mucho y no paré nunca más. Siento que hace ocho años morí, una parte de mí murió para que naciera otra, y me di cuenta que uno muere varias veces. Sin esa ruptura, no habría existido el Sr. Kampos. Y ya no me gusta la vida sin el Sr. Kampos.

¿Ha pensado en cambiarse legalmente el apellido o ponerle la "K" a Campos?

Sí, cuando surgió la posibilidad de cambiar el orden de los apellidos, pensé en ponerme "Chávez", pero no sonaba bien. Así que decidí dejar "Campos".

El próximo miércoles 1 de octubre, el Sr. Kampos se presentará en el Comedy Restobar, cercano a Barrio Italia, a eso de las 22.30 horas, acompañado de sus amigos Max Rayo y Daniel Rubio, con un espectáculo que no solo tendrá comedia, sino también una innovadora apuesta de lectura de tarot en vivo.