Con una visionaria estrategia que comenzó hace más de una década, Mega realizó una serie de movimientos que cimentaron su actual éxito, siendo la única señal de las grandes emisoras televisivas en la industria criolla que registró ganancias.
De acuerdo con un reportaje de Señal DF, los cambios en la lógica interna comenzaron cuando la estación fue adquirida por el Grupo Bethia —controlado por la familia Heller Solari— el año 2012, cambiando radicalmente la organización en la interna.
En este contexto, «mientras los demás canales se achicaban y recortaban costos creyendo que esa era la salida, Mega hizo lo contrario: invirtió, se expandió y creció. Y con eso logró compensar la caída de ingresos», señaló una fuente al citado medio, apostando por ir más allá de ser solo un canal de la televisión abierta y convertirse en una «casa de contenidos» con una visión multiplataforma.
¿Qué ha logrado Mega con esta estrategia?
Esta apuesta «contracíclica» ha rendido sus frutos en el panorama actual, en el cual la sensación es que el modelo de negocios que antes funcionaba para los canales de televisión se ha agotado. Así las cosas, de entre las cuatro grandes casas televisivas en la industria criolla, Mega fue la única estación que reportó ganancias el año pasado, con 12.344 millones de pesos; todos los demás canales informaron pérdidas a los órganos reguladores.
«Mientras otros competidores externalizan, recortan, improvisan y se resignan, Mega fortalece sus unidades estratégicas: plataformas digitales, radios y señales como MegaGo, Meganoticias Ahora, MegaTiempo, MegaFicción y sus canales FAST. Esta arquitectura modular le permite operar con visión ambidiestra: mantener su negocio principal funcionando, mientras diseña el futuro antes que los demás», destacó el consultor experto en televisión, Luis Breull, sobre la actual crisis que enfrentan los medios de la industria televisiva.
Asimismo, el reportaje enfatiza que la visión de Patricio Hernández —quien recientemente regresó a Mega como director ejecutivo— fue crucial, retomando la dirección del proyecto con la ambiciosa meta de producir realities en Perú, explorando la posibilidad de expandirse a mercados fuera de América.
Por otra parte, una prioridad de Mega sería fortalecer su Área Dramática, pensando en las plataformas de streaming, con el objetivo de no producir solo una ficción al año, sino seis.