Seleccionando sus palabras quirúrgicamente y con la voz temblorosa, la expanelista del programa de farándula Sígueme (TV+), Daniella Campos, se refirió a su más reciente revés judicial, acusando a su expareja, el ingeniero Esteban Caldentey, de acoso judicial y espionaje.
En este sentido, en la más reciente emisión del programa de Chilevisión Podemos Hablar, la periodista aclaró que fue absuelta de calumnias y condenada en injurias, cuestionando el criterio del juez a cargo, el cual, según Campos, se basó en la participación de ella una edición pasada del programa de Chilevisión con un procedimiento legal abierto.
"Según el criterio de este juez, y para que lo entienda la gente, el hecho de que yo haya tenido una causa de Violencia Intrafamiliar (VIF) que no haya estado cerrada y probada en el tribunal, para él era un acto injurioso que yo declarara que había sido víctima de violencia intrafamiliar", explicó, diciendo que, a su juicio, sería una peligrosa señal para las denunciantes.
Insistiendo en que no revelaría detalles que todavía son materia de revisión legal, Campos denunció un acoso judicial de parte de su expareja, deslizando que este último habría abierto más de 30 causas en diferentes organismos del Poder Judicial.
Respecto a esto, sostuvo que hubo un "intento de quebrarme", por cuanto buena parte de los juicios los enfrentó con abogados de la Defensoría Penal Pública al no poder costear legalistas privados.
¿Como descubrió Daniella Campos que su pareja supuestamente la espiaba?
Sin embargo, una de las denuncias más graves que la expanelista de Sígueme realizó en contra de Caldentey fue la instalación de cámaras sin su consentimiento en puntos estratégicos de la casa que compartían, almacenando grabaciones de Daniella Campos en diversas situaciones.
Según el relato de la periodista en Podemos Hablar, el hombre habría ingresado a la casa mientras ella se encontraba fuera del inmueble producto de una operación. Durante los meses que habría tardado la recuperación, el ingeniero habría expulsado a quienes se encontraban en la vivienda junto a su hija, aprovechando ese tiempo para instalar los artefactos.
Campos habría tardado varios meses en darse cuenta de las cámaras escondidas, señalando que las descubrió de manera fortuita. Ello inició un nuevo proceso judicial cuya documentación se exhibió en Podemos Hablar.
"No solamente me veía online, estaba vigilando todo el tiempo lo que hacía, todo el día. Es más: todas mis sesiones de psicología y psiquiatría que yo tuve, fueron todas grabadas. Fui grabada en mi intimidad y fui grabada y expuesta en tribunales, delante de 16 personas, en la situación más íntima que puede tener un ser humano", narró entre lágrimas.
"Me da vergüenza ajena que un hombre trate de limpiar su imagen de una forma tan vil (...) tuve que estar presente tres minutos escuchando una situación íntima mía, delante de 16 personas, y así mucho más, sin ropa, en el baño (...) la explicación de él es que eran cámaras de seguridad que había puesto por su hija", continuó, asegurando que se trata de un hecho probado en una causa que finalmente falló a su favor.