"Es un espacio donde todas las voces tienen que ser oídas. El día en que queramos escuchar sólo una voz, vamos directo a la ignorancia". Con esta frase el periodista Eduardo Fuentes cerró el programa de ayer de Mentiras Verdaderas (La Red), el que tuvo gran revuelo en redes sociales.
Y es que el espacio tuvo como invitado al líder de ultra derecha José Antonio Kast, quien emitió polémicas opiniones, en especial respecto a la dictadura militar, declaraciones que no pasaron desaparecidas por los televidentes. Sin embargo, muchos de ellos también criticaron la postura "pasiva" que habría tenido Fuentes durante la entrevista, apuntando incluso que "no se había preparado" para la instancia.
Al respecto, en conversación exclusiva con El Filtrador, Eduardo Fuentes comenta que "todos los comentarios son válidos, lo que no significa que uno tenga que considerarlos todos. Es válido opinar, obviamente, pero hoy es fácil opinar de todo".
"Las entrevistas están siempre bien preparadas, no las preparo solamente yo, tenemos un equipo. Entonces me parece un poco liviano decir que no están preparadas", sostiene. Y agrega: "Este tipo de entrevistas políticas son súper complicadas porque siempre dejan a alguien molesto y uno no se puede hacer cargo de la molestia que tengan algunos cuando señalan que porqué se le da espacio a este o a aquel".
"No eres el mejor cuando entrevistas a aquel que a ti te gusta, ni eres el peor cuando entrevistas al que piensa todo lo contrario. Pero como finalmente los programas los hacemos para la gente, tienen todo el derecho de decir lo que sientan. Ahora, dicho todo esto, el rating finalmente también es un buen parámetro, y las entrevistas políticas han tenido buena recepción últimamente", indica el profesional.
¿Siente que pudo haber sido más 'punzante' o incisivo en las contrapreguntas?
Ese es un tema que tiene que ver con los estilos. Personalmente, teniendo un programa que dura dos horas, creo que el estilo de prensa, de ser punzante, no nos viene. Además, hasta dónde tú llegas a ser punzante sin pretender ser un juez que está interrogando a alguien. Uno tiene que preguntar lo que tiene que preguntar y nosotros a (Daniel) Jadue y Kast le preguntamos los temas que estaban ahí dando vuelta y que la gente planteaba.
Lo que pasa es que algunos quieren que uno le diga 'usted comunista', 'usted fascista' y ese no ese no es mi rol. Entonces a veces la gente siente que uno no es punzante porque de pronto quisieran que se enjuiciara al entrevistado y no es el punto. Nosotros invitamos a la gente y todos ellos se han ido agradeciendo la posibilidad de conversar, con tiempo y con calma, sobre los temas que son relevantes considerando que ellos pretenden ser presidentes del país.
Respecto a sus editoriales en el programa, ¿por qué cree que son tan valoradas y aplaudidas por los televidentes?
Yo creo que esas editoriales empatan con el sentido común, con lo que está en la conversación, en lo cotidiano. Tratamos de tener mucha oreja puesta en la gente, y cuando planteamos las preguntas, las planteamos desde esa perspectiva. Nosotros no somos fanáticos, somos gente con sentido común. Y cuando hacemos estas editoriales hablamos desde ahí.
Asimismo, comenta que por el feedback que han recibido "la gente no sólo valora las editoriales, sino que también la posibilidad de conversar con gente de distintos puntos de vista. Evidentemente yo estoy más cercano a alguno que otro, no es mi rol señalarlo pese a que para algunos soy comunista un día, facho en otro. Y eso me encanta, es notable porque demuestra que no se ha impuesto mi posición política".
No obstante, Eduardo Fuentes expresa su preocupación ante una "ola oculta de conservadurismo disfrazada de bien sentir que dice 'cómo le dan cabida a este', y ese este es Jadue, Lavín, Vidal, Kast, mucha gente...".
"Cuando pretenden que censurando vamos a arreglar las cosas, yo creo que estamos enfrentando un gravísimo problema que tiene que ver con esta política de la 'cancelación' que se le hace a algunas personas por su pensamiento que podría ser diferente. Creo que hay que estar muy alerta a eso porque eso de andar censurando es bien fascista y absolutista y es peligroso. La convivencia democrática implica escuchar voces diferentes, estar abierto al debate de ideas. No olvidemos nunca que la gente es lo suficientemente adulta y madura para tener sus propias conclusiones y lo demuestra cada vez que va a votar", cierra.