Freddy Stock: "La TV abierta está en una decadencia tremenda, es como un elefante rumbo a su cementerio"

Freddy Stock

En diciembre pasado, Freddy Stock fue desvinculado, después de ocho años, de Radio Futuro. Tras su salida, el destacado periodista confirmó que, de tener la posibilidad de desempeñarse en otro espacio radial, lo bautizaría como "Razones Editoriales", el mismo argumento que esgrimió la empresa para despedirlo.

Y precisamente eso fue lo que hizo. En marzo, el comunicador debutó con un programa en Radio Usach, experiencia que, según explica en conversación con El Filtrador, le ha permitido "hablar en un momento y un proceso muy interesante del país".

¿Ha sentido que tiene libertad de expresión en la radio, algo que no se da en todos los medios?

"Sí. Recuerdo que en la denominada transición era mal visto que un periodista dijera lo que pensaba realmente frente a algo. Se consideraba como una especie de eunuco ideológico y no me gustaba eso, lo encontraba ridículo. Y ahora, cuando pasan estas crisis, se caen muchas caretas en las sociedades cuando hay que tomar estas decisiones. Estamos viviendo un proceso de cambios, un giro de la sociedad. Es lo que nos demostró el estallido y cuando se bajan las caretas y también se asumen responsabilidades, finalmente se pagan este tipo de costos, tener que ser echado. Pero, dentro de todo, fui afortunado. Caigo en una gran radio, gran medio y además en un gran momento del país.

Trascendió que su salida de Radio Futuro se debió a fricciones políticas por sus críticas al gobierno y su apoyo al estallido social. En los últimos meses se han sumado otras salidas que responderían al mismo fenómeno. ¿Cree que en el país se amedrenta a periodistas que se atreven a opinar?

Lo dijo Foucault (N de la R: filósofo, sociólogo, historiador y psicólogo francés): la manera que tiene el poder de determinar lo que es normal o anormal en una sociedad es a través de los medios de comunicación, por eso los toman y los coartan. Y estamos en un momento muy complejo de la real libertad de expresión cuando los medios están tan concentrados. Finalmente hay un sentido de estrangulamiento y de presión. Ahora, a mí no me echan por lo que digo en la radio. En ese sentido soy profesional y uno tiene que tener respeto con las líneas editoriales de los medios en los cuales uno está. A mí echan por lo que hablo y digo en mis redes sociales, básicamente frente a un gobierno violador de Derechos Humanos. No me interesa si puntualmente es de derecha, de centro o de izquierda, a mí me interesa que tiene los principales informes de organismos internacionales en contra por violar los Derechos Humanos y eso es inaceptable. Frente a eso me rebelo.

En televisión, por ejemplo, no son muchos los casos de periodistas o animadores que rompen este paradigma, quizá para mantener la objetividad en sus labores. Sin embargo, figuras como Julio César Rodríguez, de Chilevisión, son valoradas por el público por interpelar al poder. ¿A qué atribuye este fenómeno?

No sé qué será la objetividad, yo creo que más que nada hay que ser honestos y la idea es adelantarse a los hechos y no subirse a una ola que pueda estar de moda o no. Más que hablar de ejemplos puntuales, porque mi interés no es criticar o alabar a los colegas, pero sí es un momento muy interesante para el periodismo de contar desde todo los ángulos lo que pueda ocurrir y lo que está ocurriendo.

¿Considera que un periodista efectivamente puede ser objetivo?

Yo creo que es una palabra que se inventó para vender más diarios, porque cada medio tiene el legítimo derecho de tener una línea editorial, dentro de esa línea editorial ya tiene un sesgo, toda realidad tiene un sesgo. Tu mirada frente a una cosa no es la misma que la mía, y no sé cuál será la que realmente uno considera la verdad. Cuando tú trabajas en un medio, lo que hay que hacer cuando se entrega información es ser lo más honesto posible porque los hechos no mienten, la interpretación de los hechos, puede.

Existe un dilema sobre el uso que se le da a las redes sociales. Sin ir más lejos, sus opiniones en Twitter fueron causante de su desvinculación de Radio Futuro. ¿Debiera hacerse esa distinción entre el trabajo y las redes?

Es interesante ese tema porque creo que todavía no lo han resuelto ni siquiera los grandes medios de las democracias occidentales. El otro día leía que la BBC tenía pensado prohibirles a los periodistas tener redes sociales o escribir ciertas cosas que representaban más a la BBC que a ellos mismos. Pero sí, debiera ser, al menos yo lo entiendo así, es el camino que yo elegí.

Televisión

Además de su programa en Radio Usach, Freddy Stock lidera Stock Disponible, programa de Vía X que él mismo describe como "hablar desde el escenario del poder".

"Es lindo también hablar desde un canal de televisión cuyo lema es precisamente 'Vía X libre expresión'. Eso es impagable para un periodista, como el sueño del pibe, es como hacer un gol en un clásico", indica a este Medio.

¿Hay algún canal en el que no trabajaría?

No sé si nunca trabajaría, pero muy difícilmente me llamarían (ríe). La televisión abierta está en una decadencia tremenda, es como un elefante rumbo a su cementerio. La televisión abierta, sobre todo en Chile, con la cantidad de pérdida que tiene y el desprestigio que tienen también sus noticieros por defender un modelo, se están hundiendo tratando de mantener arriba la bandera de un modelo decrépito e injusto. Salvo La Red, que ha demostrado ir por un camino muy distinto. Tiene a Checho Hirane por un lado, pero también por otro lado un panel con Mónica González y Alejandra Matus, dos de los referentes del periodismo nacional en este momento. Ahí hay una mirada inteligente y responsable del Chile que se está construyendo hoy.

Entonces descarta entrar a la TV actual...

Como dicen los políticos: yo no descarto nada. Pero claro, hay muchas vueltas que dar y también es engreído andar cerrando y abriendo puertas. Yo creo que uno tiene que ser siempre fiel a sus convicciones y donde te llamen que tengan súper claro lo que uno es. Si a mí me llamaran de alguna parte saben perfectamente a quién están llamando. Y si no me llaman, también saben a quién no están llamando y eso te hace dormir tranquilo.

¿Qué tipo de programa le gustaría liderar en el Chile de hoy en caso de retornar a la televisión abierta?

El que estoy haciendo en Vía X es un programa que me encanta por todo lo que significa. Bueno, he trabajo en televisión muchos años, pero la TV abierta hoy día no sé si será el futuro por como está, pero si hay un camino que seguir imagino que el de La Red es el más interesante de todos.

Consultado respecto a algún proyecto televisivo que no ha realizado y le gustaría hacer, Stock bromea: "Siempre hay cosas por hacer, tampoco soy tan viejo", dice, y adelanta, además, que sacará un libro sobre Víctor Jara. "Quizá no siempre hacer algo distinto, sino que hacer algo dentro de lo que tú has hecho, de manera distinta", añade.

A propósito de Víctor Jara, ¿qué opinión le merece la frase que usó la UDI?

Es como si los nazis usaran una frase de Ana Frank para un proyecto político de ellos. Creo que detrás de eso hay una de dos opciones: o hay una completa estupidez o una completa crueldad.

¿Cuál es su apreciación del nuevo formato de matinales, mucho más politizado como consecuencia del estallido social y la pandemia del COVID-19?

La TV abierta tiene un cáncer en su columna vertebral porque hace lo que ordenan las masas. Pero las masas, por definición, nunca tienen realmente claro lo que quieren y para dónde van. La televisión tiene que ser ambas cosas, un reflejo de lo que quiere la gente pero también un pizarrón de lo que quiere enseñar.

En esa línea, el periodista explica que no ve matinales, sin embargo, puntualiza que entiende "perfectamente cuál es el negocio de la mayoría de los canales de televisión abierta y entiendo, también, dentro de ese negocio por qué están en la quiebra y son esos elefantes que van rumbo a su cementerio".