Como un "milagro" calificó Nicolás Larraín el episodio que vivió a inicios de abril tras sufrir el robo de su camioneta en la comuna de Providencia. Un hecho que resolvió "de un día para otro", señaló en ese entonces.
En conversación con Julio César Rodríguez en el programa Síganme los buenos (Canal Vive), el locutor radial ahondó en lo ocurrido. "Esa sensación de violación, de vulnerabilidad", sostuvo, agregando que "todo el mundo te dice 'te la van a robar', 'tómale seguro'".
"Llamé al seguro y ellos conectaron al GPS. A las 5 de la mañana llega un mail, que lo vi al otro día, y veo 'aquí está su camioneta'", dijo para luego señalar que habían hallado el vehículo en Ñuñoa y que su hermano Pablo le recomendó ir hasta el lugar. "'Párate al lado de la camioneta, anda tranquilo pero anda a mirarla'", le recomendó y, pese al miedo de encontrarse cara a cara con los ladrones, Larraín siguió el consejo.
"Voy con mi mujer, porque la camioneta está a nombre de ella y muy habilosa me dice que llame a seguridad ciudadana (...) Uno llega y abraza la camioneta, la toca y ¡error! No hay que tocar por las huellas digitales, la embarré", reconoció.
Con todo, Nicolás Larraín sostuvo en el late show del canal Vive que el vehículo se encontraba en buenas condiciones, solo le habían robado el cable del teléfono celular, y que el gran protagonista de la historia era el GPS.
"El GPS es muy importante, realmente hace una diferencia. Yo llegué a la calle creyendo que el ladrón estaba ahí", admitió el comunicador, quien además explicó que el modus operandi de este tipo de robos consiste en dejar los vehículos abandonados y después de unos días, cuando el propietario no ha dado con su paradero, "se las llevan a Bolivia", dijo.