Uno de los momentos televisivos más comentados ayer fue la entrevista que realizó Bienvenidos a la diputada Pamela Jiles, quien increpó duramente a los conductores del espacio de Canal 13, Sergio Lagos y Amaro Gómez-Pablos.
Este último, de hecho, se refirió a la tensa conversación, en la cual la parlamentaria calificó de "pelotudas" y "tontas" las preguntas que le hicieron, pidiendo incluso que fuera Tonka Tomicic, en vez de sus compañeros de labores, quien la entrevistara.
Al respecto, el periodista indicó en Twitter que "la denostación o el insulto es el negocio de Pamela, no el mío. Y prefiero no picar. Los argumentos se responden, los insultos no... porque se cae en lo mismo y no enriquece a nadie".
En otro tweet respondió a una usuaria que celebró la actitud de la diputada. "De haber habido argumentos de parte de Pamela Jiles, te concedo el punto. No los hubo. Hubo insultos. Si eso -a tu juicio- es ganancia, bien por ti", redactó Gómez-Pablos, descartando haber quedado "picado" tras lo ocurrido. "Pamela Jiles es una de miles de personas que me ha tocado entrevistar... su brillo fue la descalificación. Nada muy trascendente o memorable", sostuvo.
Junto con afirmar que la parlamentaria "merece pantalla porque es un fenómeno político en nuestro paisaje político", el conductor de Bienvenidos aclaró que "no lo tomo personal. Es su estilo, no lo comparto y no devuelvo la mano. ¿Respondió alguno de los alcances? ¿Hubo argumentos? Ese es el tema de fondo".
"Si no hay argumentos de fondo, no es muy rebatible. Entrar en la misma espiral de descalificación no es una opción... al menos no para mí. Que la audiencia juzgue si hay trasfondo en sus dichos o no lo hay. Esa es mi pega. Y eso se mostró", manifestó el rostro de Canal 13, indicando además que "prefiero entrevistados cuyo nivel de argumentación es estimulante, con contrapuntos, choque de ideas... y respeto. La descalificación por si sola es poco atractiva y acusa pobreza".