Desde que Mega anunció la adquisición de los derechos para realizar un remake de la popular ficción de TVN, El señor de La Querencia, el estreno de la teleserie ha sido tan esperado como polémico.
En efecto, la producción todavía no debuta en el canal privado y sus contenidos ya se encuentran en el top de lo más denunciado por los televidentes durante junio pasado ante el Consejo Nacional de Televisión (CNTV).
En efecto, según consta en los registros del organismo, los contenidos promocionales de la teleserie de Mega acumulan 18 reclamos en los que, de manera general, los televidentes denuncian que "emiten publicidad de telenovela nocturna, con contenidos inapropiados para menores de edad emitidos dentro del horario de protección; imágenes fuertes de maltrato, violencia, sexo y desnudos'", se desglosa.
A pesar de este polémico precedente, lo cierto es que, conscientes de que la producción podría tener escenas controversiales, Mega habría tomado resguardos, asesorándose con un experto en la materia.
¿Cuál es el cargo que Mega creó para el remake de El señor de La Querencia?
Específicamente, el equipo de producción detrás de la ficción decidió crear el cargo de "coordinador de intimidad", y eligió a Eduardo Paxeco, coach de intimidad, para asumirlo, ya que es una de las dos personas certificadas en la materia en todo el país.
Según explicó a The Clinic, su rol es principalmente identificar escenas cruciales en el guion y conversar con directores y actores sobre los cuadros de desnudez, sexo simulado y violencia, garantizando la comodidad de los intérpretes involucrados.
"La decisión se adoptó para proteger a los actores. Para resguardar el set, proteger el producto. Poder empezar a abordar desde otra mirada cuando uno monta las escenas", indicó Paxeco, también ingeniero comercial, sobre la determinación de la señal.
Por otra parte, el coordinador de intimidad valoró la forma en que la inclusión de su figura es relevante para no repetir errores que, en ficciones de antaño, se cometieron a la hora de resguardar la integridad de los intérpretes.
"Cuando entré a estudiar esto, de verdad que había jornadas que salíamos tristes. Porque todos habíamos tenido experiencias audiovisuales, tuvimos en set un momento que parece que se vulneraron derechos que no sabíamos tampoco", complementó.