Tras una larga carrera siguiendo desde cerca la contingencia política nacional, la vida de un destacado periodista ha dado un giro de 180°, radicándose en una casa en la comuna de Pichilemu, en la región de O'Higgins, para escuchar a las plantas —literalmente—, dictar talleres de lectura y realizar asesorías.
Se trata de Mirko Macari, quien durante su trayectoria fue parte de la Revista Sábado de El Mercurio, La Nación Domingo, además de desempeñarse por casi una década como director de El Mostrador, entre los años 2007 y 2018.
En entrevista con DF Más, el periodista explicó sus motivos para cambiar radicalmente de vida, detallando que el haber dejado la dirección de El Mostrador fue el primer paso para comenzar a pavimentar este nuevo camino.
Ahora, el periodista, que en su momento se obsesionó con analizar cómo se ejerce el poder, amplifica distintas especies de plantas; para ello usa un biosonidificador del cual sale un cable a la tierra del macetero y otro va directamente a una de las hojas. Tras ello, la melodía de la planta inunda la habitación.
Ciertamente, se trata de un proyecto de vida que contrasta con los punzantes análisis políticos que caracterizaron su carrera.
¿Por qué el periodista Mirko Macari cambió el poder por las plantas?
El cambio se dio casi como una sincronía perfecta. Según Macari, la fijación con la distribución del poder venía del hecho de que, a su juicio, este era ejercido por instituciones y autoridades. Hoy el panorama es distinto.
El periodista alude a que fenómenos como la digitalización, las redes sociales, el enojo manifiesto de la ciudadanía y las protestas masivas hicieron que el poder se moviera a otra parte: el interior del ser humano.
Esa es la conclusión a la que llegó tras observar estos fenómenos. Apenas lo detectó, decidió moverse con la marea a las introspectivas latitudes de si mismo.
"Fue esa conciencia del cambio en el mundo externo la que me llevó al cambio en el mundo interno. Fue un proceso muy paulatino, muy sutil, donde voy buscando nuevos paradigmas o maneras de mirar. Me abrí a escuchar otras cosas, a conectarlas. Recordé que de niño veía en el velador de mi papá libros sobre el multiverso, de Rudolf Steiner, de filosofía oriental, de Fritjof Capra, sobre el tao de la física", comentó el periodista al citado medio.