Su nombre todavía se recuerda de la época en que proliferaron programas juveniles en la televisión chilena. Francisco Rodríguez, uno de los competidores fuertes de Calle 7 (TVN) y el reality Pelotón, también de la estatal, vive hoy un verdadero drama.
Según precisa diario Las Últimas Noticias, el coterráneo fue deportado del Perú, país en el que se encuentra radicado desde hace siete años, además de tener prohibición de cinco para volver a pisar tierra incaica. ¿El motivo? No respetar un toque de queda.
“En abril del año pasado fui al cumpleaños de una amiga y compañera de trabajo durante un toque de queda por la pandemia. Tomamos la mala decisión de juntarnos. Llegó la policía al lugar, yo seguí el conducto, fui a la comisaría, me pusieron una multa de cerca de 70 mil pesos chilenos y el lunes siguiente pagué mi multa. Eso me trajo consecuencias en el programa (N de la R: Combate, muy similar al formato de Calle 7), porque se hizo muy público y me sacaron por dos meses. A las dos semanas me citaron y di mi declaración”, relató al diario de circulación nacional.
Sin embargo, lo que parecía una simple multa por no respetar las normas se transformó en una pesadilla para Rodríguez. “El 1 de diciembre me llegó una resolución a mi casa expulsándome del país y prohibiéndome el ingreso por cinco años. La causa: haber asistido a una reunión social en pandemia. Llamé a un abogado que me dijo que iba a presentar una apelación y que debería resolverse muy rápido, porque no tenía sentido esta expulsión por algo que no es un delito, así que presentamos la apelación”, dijo.
Su relato continúa diciendo que “el 26 de diciembre yo viajaba a Chile: venía a buscar a mi hija menor para llevarla a Perú. Le pregunté a Migraciones por mi caso y me dijeron que podía salir y volver a ingresar al país porque había una apelación en curso y aún no había una sentencia definitiva. Me confié. Vine a buscar a mi hija y cuando llego a Lima de vuelta en Migraciones me dicen que hay una alerta y que no puedo regresar al Perú. Fue el domingo 9 de enero a la 01:30 de la mañana”,sostuvo.
Agregó que “el abogado me dijo: no te devuelvas porque vamos a solucionar esto. Estuve tres noches durmiendo en las sillas del aeropuerto en Lima con mi hija tratando de solucionar el problema y ahí les dije ya no puedo seguir así y me tuve que regresar a Santiago, el 12 de enero. Desde ahí que estoy esperando que se solucione mi tema. Estoy en un limbo, porque todas mis cosas están allá, mi auto, sigo pagando el alquiler de mi departamento”.
Defensa
Lo que más molesta al chileno es que “en la apelación expusimos que nunca me dieron la posibilidad de hacer mis descargos antes de la resolución, que es una sanción desproporcionada, arbitraria e irracional y que no se puede sancionar dos veces por una misma falta -yo ya pagué la multa-, eso no es legal. Por haber asistido a una reunión social se me dio una resolución de delincuente, de criminal. En este proceso se han cometido muchas irregularidades”, asegura notoriamente molesto, esperando una pronta solución a su situación.