En marzo, el Grupo Copesa interpuso una demanda contra Google ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) por abuso de posición dominante en los mercados de búsqueda y publicidad.
Según Diario Financiero, la corporación estadounidense estaría impidiendo la transferencia de recursos a otros medios, incluido el dirigido por el empresario Álvaro Saieh.
Después de esperar varias semanas, la respuesta de la multinacional fue sorprendente, ya que solicitaron la anulación del proceso argumentando que la demanda se presentó ante la filial de Chile (Google Chile Limitada) y no ante la entidad correspondiente en Estados Unidos, que sería Google LLC y Alphabet, Inc.
"Considerar lo contrario significaría permitir la continuación de un juicio sin la debida citación y con la subsiguiente nulidad del proceso", sostiene la defensa encabezada por Raimundo Moreno del bufete Cariola Díez Pérez-Cotapos.
Como resultado de la situación descrita, la demanda debe someterse a los procesos legales correspondientes para notificar a ambas empresas extranjeras. "Es una norma muy excepcional que solo permite que la notificación se realice a través de otra entidad, es decir, mediante la filial o agencia establecida en Chile, pero esto no exime del cumplimiento de las normas aplicables al emplazamiento de un demandado residente fuera de Chile", explican los abogados defensores.
¿Cuál es el otro problema que enfrenta Copesa?
Por esta razón, Moreno indica que la demanda debe presentarse en inglés, dado que las sedes centrales se encuentran en Estados Unidos, y esta tarea no corresponde a la filial chilena.
"Este requisito esencial no se cumplió en este caso, ya que se entregaron únicamente copias en español, a pesar de que el idioma oficial de los Estados Unidos es el inglés. Claramente, el idioma de la documentación no es solo un requisito legal, sino que constituye una parte fundamental del derecho al debido proceso: comprender las acusaciones en el idioma del demandado", especifica.
Actualmente el panorama en Copesa no es el mejor, ya que el Sindicato N° 3 de trabajadores se declaró en huelga tras rechazar la propuesta económica que ofrecía la empresa.
Sin embargo, eso no es todo, ya que los colaboradores que trabajan por honorarios en la compañía denunciaron públicamente que la empresa les debe el sueldo del mes de marzo.
"Desde principios de marzo, la empresa ha congelado el pago de nuestros honorarios laborales, sin brindar explicaciones ni propuestas hasta la fecha. Mediante esta carta pública, buscamos exponer no solo esta situación irregular y complicada, sino también instar a la empresa a que regularice lo antes posible la incertidumbre que ha provocado", explicaron en la misiva.