El periodista Mirko Macari, quien reveló el pasado viernes las presiones del gobierno contra La Red tras la entrevista al apodado "comandante Ramiro" y el caso Enjoy, dio a conocer nuevos detalles sobre el polémico tema.
Anoche, en su columna de Mentiras Verdaderas, el panelista del espacio reafirmó que la jefa de gabinete del Presidente Sebastián Piñera, Magdalena Díaz, "agarró el teléfono y llamó a la empresa matriz de esta estación televisiva en Miami para quejarse por la cobertura".
No obstante, aseguró que Díaz hizo el llamado "diciendo que quien le había recomendado llamar era el exdirector ejecutivo de este canal y de Canal 13, Javier Urrutia".
Macari, en ese sentido, agregó de manera irónica que "Díaz no sabía que mencionar a Urrutia era como llamar a la Embajada de Israel para pedir algo viniendo recomendado por Daniel Jadue".
"Es vox pópuli dentro de Palacio que Díaz opera con los medios con la habilidad de un elefante en la cristalería. Fue ella quien mandó a intervenir a su gente la gestión de Jaime Mañalich en el Minsal, encargándose de filtrarlo por La Tercera. Este frente interno fue el que colmó la paciencia del exministro, habitualmente cómodo con el conflicto, forzando una renuncia a la que Piñera se resistía", apuntó.
Asimismo, indicó que el estilo de la jefa de gabinete "de presionar es frontal, y se comenta de su ascendente sobre Max Luksic, el hoy hombre fuerte de Canal 13. Por las cercanías a ese grupo económico, también me aseguran que fue ella la que presionó a Quiñenco, la matriz de negocios de Luksic, para que hicieran llegar a La Moneda el famoso informe Big Data".
Finalmente, el panelista de La Red comentó que "en este momento, el de mayor debilidad por su figura post estallido y en medio de la pandemia, el presidente camina por la cornisa y sabe que la irritación y rabia contra su persona puede ser la chispa que encienda la pólvora del hastío ciudadano. Por eso Enjoy enciende las luces rojas en su entorno, por eso las explicaciones cantinflescas del vocero, por eso los telefonazos en la oscuridad. Y es que lo que el país aceptó de él como mal menor ante la promesa del éxito económico hoy resulta sencillamente insoportable".