Aunque Mega tendría prácticamente asegurada la licitación del Festival de Viña del Mar durante el periodo 2025-2028, su propuesta deberá pasar por la Comisión Evaluadora que determinará si la acepta o no.
Y es que, según el sitio online Pura Noticia, que realizó un análisis de la oferta presentada por el único canal que decidió ir a la contienda por el certamen, existirían al menos cuatro puntos en los cuales Mega buscaría correr las exigencias de la Municipalidad de Viña del Mar, por lo cual el acuerdo aún estaría susceptible de caerse.
Así las cosas, cabe recordar, TVN y Canal 13 -señales que transmitieron en conjunto los cuatro últimos festivales- cuestionaron duramente las condiciones del municipio viñamarino para quedarse con el evento televisado más importante de Chile. Acusaron una desconexión con la realidad que se vive en la industria mediática y cláusulas draconianas en lo relativo a la remodelación de la Quinta Vergara, la promoción internacional y la transmisión en entornos digitales.
Pues bien, con ello de base, el consignado portal menciona que una diferencia importante entre lo impuesto por la Municipalidad de Viña del Mar y la propuesta de Mega y la productora Bizarro es que desde la alcaldía pusieron como cláusula que, bajo determinadas condiciones e informando con 10 días de anticipación al concesionario, se podría dar término al contrato sin ningún "derecho a ningún tipo de indemnización", reza el escrito.
Sin embargo, Mega se opuso tajantemente a ello en su oferta, pidiendo que en el caso de que el contrato llegue a su fin de forma anticipada se le devuelva un monto proporcional a la renta pagada, además de una indemnización por los "perjuicios que puedan ser probados".
¿Cuáles son las condiciones que Mega habría modificado frente a las bases de la licitación por Viña?
La aceptación de ello, según el análisis, iría en contra del principio de igualdad de los otros oferentes, recordando que Canal 13 decidió no ofertar por, entre otras objeciones, precisamente este punto.
Otro punto que la señal de Bethia solicitó fue también el de la extensión automática del contrato en caso de que, por cualquier motivo, el Festival de Viña deje de realizarse por algunos años, dictaminando que "la Concesión se extenderá automáticamente por un año adicional, sin necesidad de pago extraordinario, lo cual constituye un elemento esencial de la presente oferta", algo que modifica las bases de la licitación, que someten esta extensión a un proceso de evaluación más burocrático.
Por otra parte, tal parece que Mega habría aceptado la renovación infraestructural de la Quinta Vergara, no obstante, explicando que la suma máxima de estas obras será la de 42.000 unidades de fomento –el mínimo para presentarse la licitación–, agregando que ello contempla el "Impuesto al Valor Agregado y/o cualquier otro impuesto, tasa, patente, permiso y/o cualquier otro gravamen de cualquier especie o naturaleza que se cause o sea necesario pagar con motivo y ocasión de su ejecución", además de los aumentos en los costos de determinados materiales, y posibles gastos en maquinaria, servicios, equipos o la necesidad de contratar mano de obra.
¿Quedará desierta la licitación?
Por último, la última exigencia de Mega en lo que respecta a las condiciones para aceptar realizar el Festival de Viña es la de poder sublicenciar a terceros la transmisión del evento a través de "partners internacionales", los cuales podrán exhibir, en vivo y en directo, el popular certamen en diversas plataformas, lo cual se extendería también a coberturas radiales.
Este tipo de requerimientos ponen en entredicho la aceptación de la propuesta de Mega, toda vez que la Comisión Evaluadora tienen la facultad de declarar inadmisible una oferta en caso de "no sujetarse total o parcialmente a lo exigido en las Bases Técnicas y Administrativas", generando un complejo dilema: mientras se exige que se cumpla la normativa, permanece la desesperación por adjudicar la licitación para asegurar que se siga realizando el Festival de Viña durante los próximos años.