Anoche, el programa "Sigamos de largo" dedicó el capítulo para hablar sobre la salud mental. Para ello, invitaron al periodista Andrés Caniulef, quien se refirió a la depresión que lo aqueja y a su proceso de sanación.
Una de las primeras frases que pronunció Caniulef fue reconocer lo mucho que le costó asumir la enfermedad. Esto, según detalló fue "por el estigma, yo miraba de manera peyorativa el tema de las depresiones, el tema de que alguien se tomara una licencia por cinco meses porque tenía estrés??? yo no lo lograba entender, porque era una máquina que funcionaba en post del trabajo".
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Sin embargo, al momento de cumplir 40 años, el periodista se dio cuenta que situaciones como "la presión de tener que funcionar y tener que cumplir", se le hacían cada vez más insostenibles.
Tal como expresó a El Filtrador en el mes de julio, las crisis de pánico fueron el primer indicio de que algo malo estaba ocurriendo. "Esa fue la gran señal y mi gran voz de alerta (???) Yo me hacía el leso, yo me sentía muy angustiado, habían momentos en lo que no podía dormir", recuerda.
Si bien desde que habló por primera vez de su enfermedad han pasado meses, periodo en el que fue internado en una clínica psiquiátrica, ahora se encuentra con su respectivo tratamiento. Eso sí Caniulef quiso dejar algo en claro: Yo no estoy sano, no estoy recuperado. Este es un proceso largo, la depresión no es una cosa que se sana de la noche a la mañana".
La cuestionada entrevista en "Mentiras Verdaderas"
Tras darse a conocer el proceso que estaba enfrentando, Andrés Caniulef apareció en pantalla en una entrevista con "Muy buenos días" y, a la semana siguiente, en "Mentiras Verdaderas".
Fue su aparición en el programa de La Red el que más impacto y preocupación causó , dado su estado, provocando incluso que en redes sociales, los usuarios pidieran que se diera término a la conversación, por lo expuesto que parecía el periodista y opinólogo.
Al respecto, el panelista de "Bienvenidos" explicó que "a medida que se acercaba la hora de ir, me sentía peor. La presión era verme bien en ese programa para volver a trabajar".
Para controlar la angustia que sentía, Andrés confesó que se automedicó "y me hizo pésimo. Yo llegué con un nudo en la garganta a esa entrevista en la que, efectivamente, ellos (el programa) no son responsables porque yo no les dije nada", aclaró.
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