Junto a un coach espiritual que le practica sesiones de reiki y asistiendo a terapias psiquiátricas. Así es la nueva vida del comediante Álvaro Salas a meses de que estallara el escándalo que lo tuvo en el ojo del huracán por no reconocer a hijos gestados producto de reiteradas infidelidades.
El humorista nacional conversó con Revista Sábado de El Mercurio, donde detalló aspectos de su vida actual tras enfrentar una serie de demandas por paternidad, asegurando que la situación ha sido “demoledora”.
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En concreto, Salas se refirió al reconocimiento legal de dos de sus hijos: una mujer de 33 años y un joven de 17 años con quienes jamás ha tenido una relación afectiva. “Las cosas pasan porque pasan. Siendo carpintero, taxista, hubiese pasado igual”, sostuvo.
A pesar de las infidelidades, cabe recordar que Salas no se ha divorciado de su esposa, con quien se casó hace 31 años. En esta línea, comentó que “hay amor. Separarse es una decisión que mi esposa pudo haber tomado perfectamente. Y en los momentos más difíciles nunca estuvo en la mesa la palabra divorciarse”.
“Siempre digo ¿Por qué fallé? ¿Por qué me equivoqué? ¿Por qué pasó esto? Si yo me enamoré de mi señora y me casé hace tantos años y hemos durado tanto tiempo (…) Yo creo en la monogamia. Creo en el matrimonio para toda la vida”, agregó, según escribe Teletrece.
No obstante, la entrevista no estuvo exenta de contradicciones, y es que mientras el también presentador de televisión aseguró que fue apenas en el 2015 cuando supo de la existencia del menor de 17 años, la madre del joven declaró a Revista Sábado que Salas tuvo conocimiento de ello desde 2005, cuando decidió pagar una pensión.
Consultado sobre si podría aparecer un nuevo caso de paternidad, el comediante fue sincero, indicando, muy abiertamente que “espero que no. Si tampoco era que anduviera para todos lados”.
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