Los integrantes de la banda de rock mexicana Maná rompieron con el esquema de su presentación en la tercera noche del Festival de Viña para entregar a una fanática un emotivo momento.
Y es que, en una salida de libreto, el cantante de la agrupación, Fernando Olvera, decidió que subirían al escenario a una de las asistentes de entre el público, seleccionando a una mujer que se encontraba en primera fila.
En seguida, los asistentes instalaron un asiento en el centro del escenario de la Quinta Vergara. Cuando la fanática se sentó, el vocalista le explicó la dinámica que iban a seguir con ella como protagonista.
"Vamos a cantar una canción que queremos que se la dediques con todo el corazón a la persona que más amas", le comunicó Olvera, revelándole la sorpresa.
Y es que, ciertamente, el líder de Maná se llevó una sorpresa, ya que seguramente pensó que la mujer pediría una de sus canciones románticas más famosas, sin embargo, ello no fue así.
¿Cuál fue la sorpresa que se llevó el líder de Maná en el Festival de Viña?
En efecto, apenas le cedieron el micrófono la joven señaló que quería dedicar la pieza a "mi padre. Mi padre se murió, van a cumplirse tres años y de verdad que me ha hecho mucha falta. Nunca pensé que en algún momento iba a cantar (aquí en el Festival de Viña) El reloj cucú y Huele a tristeza, que me recuerdan a mi padre", expresó.
Así las cosas, el cantante le indicó que ninguna de esas canciones estaban contempladas en la lista de canciones que habían pensado como banda para el Festival de Viña, pero que de igual manera tocarían al menos un fragmento.
"Fíjate, no la traíamos puesta (en el setlist), pero vamos a tocar un pedacito para tu padre, para Arnoldo, de El reloj cucú", dijo sorprendido el cantante, bromeando de paso con la rigidez en los horarios del evento televisado: "a ver si no nos corren los del Festival (de Viña), porque nos dijeron '¡No, que el tiempo, que la chingada, wey! Ah, cabrón, no mames", dijo entre risas antes de interpretar las canciones.