Este martes, Amaro Gómez-Pablos visitó el programa Sigamos de Largo de Canal 13, donde se refirió a su larga carrera como periodista, en especial sobre su experiencia como corresponsal de guerra.
En conversación con Sergio Lagos y Maly Jorquiera, el nuevo conductor del matinal Bienvenidos recordó tres episodios que atravesó cuando cubría conflictos en Irak, Siria y Afganistán, en este último país donde una bala rozó su cabeza.
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Fue en Bagdad, capital de Irak, donde Gómez-Pablos vivió "un momento muy crítico", como él lo definió, junto al periodista Guillermo Galdós, cuando éste grababa unas instalaciones en el lugar. "En cuestión de segundos yo estaba encañonado en la sien, en el cuerpo, estaba lleno de rifles y otros armamentos. Él también, nos requisaron la cinta (de grabación)", partió relatando.
"La cinta es nuestro trabajo, la prensa tiene que ejercer una labor esté donde esté. Y nada, me rehusé a ceder y obtuve la cinta finalmente", sostuvo, aseverando que fue "un momento de alta tensión".
Pero esa no fue la única vez que el periodista enfrentó situaciones críticas. Siendo corresponsal en Siria, cuando estuvo bajo la mirada del Estado Islámico, vivió una experiencia que lo marcó. En ese entonces, viajaba junto a un periodista hacia la ciudad de Alepo cuando, a unos 20 kilómetros, se detuvieron porque les daba "mal rollo ese cuento".
"Un par de segundo de reflexión y dijimos: 'abortemos, vamos otro día'. Corre un año, estamos en el Departamento de Prensa de TVN y estamos viendo las imágenes del segundo o tercer periodista que es ejecutado por el Estado Islámico y ¿dónde lo agarran? en la misma carretera, el mismo día que nosotros optamos por darnos la media vuelta", contó.
"Ahora, educa todo esto (...) Estas cosas en vez de entristecerte pueden hacer de ti una persona esencialmente vital, alegre y agradecida, porque estás 'vivito y coleando', como se dice", reflexionó Gómez-Pablos.
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