“Un lugar mágico y encantador”, así se autodenomina el Gran Circo de Ruperto, espectáculo móvil que se desplaza, en sus variadas funciones, por distintas localidades del país.
El show ofrecido cuenta, en sus versiones,con diversos personajes del popular programa de Mega, Morandé con Compañía. Rupertina, Maikel Pérez, El Patrón del Pan y el aludido Ruperto, encarnado por el actor Cristián Henríquez, son algunos de los nombres fuertes en la cartelera del circo.
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“Un espectáculo multimedial inolvidable”, continúa la anacrónica descripción. Y es que la experiencia ofrecida es una que un grupo de vecinos de la comuna de Maipú, colindante al circo ubicado en Estación Central, difícilmente podrán olvidar. No son precisamente los actos, ni buena parte del elenco de Morandé con Compañía, quienes forman parte del espectáculo, lo que les hará recordar las múltiples funciones del Gran Circo de Ruperto, sino las innumerables denuncias que han interpuesto por ruidos molestos y la precarización de la vida cotidiana, lo que jamás borrará dicha experiencia de su memoria.
“Diariamente nos afecta nuestra tranquilidad, el ruido de 3 funciones diarias y hasta las 12 AM todos los días es un sufrimiento. Incluido feriados, este tipo de show debe funcionar en lugares especialmente habilitados hasta la autoridad comunal lo reconoce. Los niños pequeños no pueden dormir están a saltos, los adultos no tenemos tranquilidad considerando que al otro día es día laboral, hemos tenido jaquecas de tanto ruido y lo peor es que al reclamar nos borran los comentarios en RRSS”, denuncian los afectados.
Según detallan, solo el día feriado 16 de julio, se ejecutaron tres funciones comprendidas entre las 3 de la tarde y las 12 de la noche. Y como en el mundo del espectáculo, la función siempre debe continuar, los vecinos denuncian la permanencia diaria de al menos dos funciones realizadas en día laboral.
“Basta con ver cómo retumban las ventanas y puertas”, versa parte del relato de los vecinos, que ya cansados de convivir con el circo, acusan medidas insuficientes por parte de la Municipalidad de Estación Central para frenar las batutas, aplausos y estridente música que se filtra en sus hogares.
"A la mala"
Sin embargo, a pesar de que los ruidos y la baja en la calidad de vida de los vecinos se han convertido en un problema mayúsculo, lo realmente grave estaría en el terreno físico donde está emplazada la carpa del Gran Circo de Ruperto.
De esta forma, según detalló la comunidad afectada a El Filtrador, la respuesta por parte del alcalde de Estación Central, Rodrigo Delgado, es tajante y certera: “El Circo (…) no tiene patente para funcionar, lo están haciendo de forma ilegal”, señaló la autoridad, sumando a la réplica el antecedente de que el circo ya habría sido multado previamente, medida que, considerando omisión por parte de la organización del espectáculo, ha resultado del todo infructuosa.
Este reciente episodio es parte de una larga data de instancias que se han hecho recurrentes en el tiempo. “Sumarle la avioneta que pusieron el año pasado... que llegaba hasta 5 de abril promocionando el circo durante toda la semana”, aluden, precisando que hasta mediados del año pasado el escenario se repitió con el mismo modus operandi por parte del circo.
“Cuando termina el Circo después de 3 funciones, nos queda el zumbido del bajo en los oídos”, señalan, graficando los problemas de salud ocasionados a raíz del indeseado vecino. “Prácticamente hay que arrancar de aquí cuando empieza el "bom bom bom bom (…) Es para volverse loco", consignan.
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Terreno de Carabineros
Además de las multas cursadas al Gran Circo de Ruperto, existe otro antecedente que complica tanto la remoción del circo, como enciende la suspicacia sobre el actuar de las autoridades respecto al espectáculo.
De acuerdo a su relato, en un hecho que según pudo comprobar este medio a través de la documentación brindada por los vecinos, estaría reconocido por el alcalde de Estación Central, el terreno donde está emplazado el Gran Circo de Ruperto sería un recinto perteneciente a Carabineros de Chile, quienes mantienen un contrato vigente para arrendar la locación a los aludidos particulares, quienes, además de no contar con patente para funcionar, tienen un nutrido historial de infracciones a la normativa vigente.
Conforme detalló Delgado, jefe comunal, ya se habría puesto en contacto con el alto mando de Carabineros para revisar la legitimidad del contrato, el cese de la validez del documento y las responsabilidades detentadas sobre la instalación del circo justo al lado de una villa.
Sobre esta base, los denunciantes cuestionan la legalidad de dicha movida, preguntándose si acaso una institución pública puede arrendar terrenos de este tipo a privados, y, por sobre todo, sospechando a dónde va a dar el dinero generado a raíz del arriendo.
Los denunciantes de este caso prefieren mantener su nombre en reserva, no en vano, debido a que, según reconoció el alcalde de Estación Central, en las reiteradas fiscalizaciones que se han ido a hacer al circo en cuestión, ha existido un ambiente hostil y agresivo por parte de los trabajadores del Gran Circo de Ruperto a los inspectores municipales.
“Acaban de ser multados, los ánimos se caldearon bastante por parte de los trabajadores del circo y amenazaron con hacer igual la función de las 20:30”, versa un mensaje del edil a los vecinos.
No contentos con omitir las alertas de la municipalidad a su actuar, el Gran Circo de Ruperto tiene contemplada una manifestación a efectuar el día 18 de julio en contra de la administración comunal. “Se quieren quedar hasta el 28 de agosto (…) Viven de eso. Les importa poco pasar por encima de los demás... más cuando son figuras televisivas con complejos de dios”, cierran los vecinos expresando el agobio de la situación.
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